Las residencias rechazan cambiar de puesto a los trabajadores antivacunas
«Insuficientes», «un parche» y hasta «un despropósito». Las patronales de las residencias de mayores rechazan las nuevas medidas que Sanidad quiere aplicar para frenar el repunte de contagios y fallecimientos, como el traslado a otros puestos de los trabajadores que no quieran vacunarse, al considerarlas «inviables». «¿Qué nos proponen, que llevemos a un gerocultor, que se ha formado para cuidar a los mayores, a las oficinas para que realice tareas administrativas y de contabilidad? Es absurdo, un sinsentido», proclama Ignacio Fernández-Cid, presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia (FED), que agrupa a más de 2.400 residencias (la mayoría pequeñas) que cuentan con unas 150.000 plazas. Todas las asociaciones de residencias coinciden en que el documento de Sanidad, que plantea el cambio de ocupación de los trabajadores antivacunas, que se les controle la temperatura a diario y que se les haga dos test semanales, está desfasado. «Ya estamos cumpliendo esas medidas porque los protocolos autonómicos nos las exigen, incluso tres test a la semana que pagamos nosotros». Las patronales proponen la vacunación obligatoria, la articulación de mecanismos laborales para que abandonen sus empleos mientras continúe la pandemia; que todos los visitantes presenten su certificado covid y la inoculación a los residentes lo antes posible de una tercera dosis.