La era digital como amenaza
Algar, un municipio de la sierra de Cádiz de unos 1.400 habitantes, quiere convertir en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad sus ‘charlas al fresco’, una tradición que relaciona a los vecinos en las calles durante las tardes y noches de verano y que desean conservar y proteger.
En plena era digital, esta tradición de comentar los acontecimientos del día sentados en las puertas de las casas contrasta con la que mantiene gran parte de la población, pegada a la pantalla de sus teléfonos móviles y tabletas. Para lograr ese reconocimiento y la protección de la Unesco, el pequeño municipio gaditano ha empezado una movilización entre sus habitantes que comenzó a través de un mensaje en el perfil oficial de una red social.