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El Gobierno niega el ingreso mínimo vital a 6.000 hogares de la provincia

Solo lo perciben 3.213 personas a pesar de que se calcula que hay 35.000 familias que lo necesitan

La pandemia ha disparado el número de hogares vulnerables en la provincia leonesa. FERNANDO OTERO

León

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La burbuja del Ingreso Mínimo Vital pinchó prácticamente al mismo tiempo que fue aprobada por el Gobierno de coalición como una de sus medidas estrella, pero tras más de un año de recorrido apenas lo reciben una de cada cuatro familias que lo solicitan en León. De momento únicamente lo han cobrado 3.213 personas, según el último balance que hizo el Ministerio de Seguridad Social, correspondiente a la nómina del mes de junio.

Los requisitos son demasiado restrictivos y la mayoría de las peticiones las deniega la administración porque, en casi todos los casos, sobrepasan el umbral de ingresos establecido en la norma. De hecho, hay en la provincia 5.800 hogares —según los datos oficiales— que recibieron una respuesta negativa del ministerio que dirige José Luis Escrivá.

Además, el Ejecutivo central apenas ha resuelto desde junio del año pasado, cuando empezó a pagarse la prestación, 9.221 expedientes de los 12.105 que hay sobre su mesa. Casi seis mil ya están archivados y cerca de 3.000 personas todavía no saben si cumplen los requisitos para cobrar de media poco más de 480 euros mensuales.

Hay también otros 32.000 hogares más en una situación delicada que ni siquiera han reclamado la ayuda porque no entran dentro de los supuestos que establece la Administración para conceder el ingreso mínimo.

Insuficiente
Solo uno de cada diez hogares en riesgo de pobreza recibe la prestación pública

La radiografía de la pobreza en España, que elaboró la consultora internacional AIS Group, acreditó que León es la provincia de la Comunidad con más hogares en riesgo de exclusión, el 17,4%, unos 35.000 de los 200.000 que acredita el Instituto Nacional de Estadística. «Su nivel de ingresos está por debajo del 60% de la renta media», matiza el informe. En Valladolid el porcentaje baja hasta el 14,88, inferior al de Salamanca (15,43), Zamora (15,24), Segovia (15,82) o Soria (15,37). Burgos, en cambio, tiene al 17,06% de sus familias en riesgo de pobreza severa, ligeramente por encima de Ávila (16,91), mientras que en el otro lado de la balanza aparece Palencia (13.84%).

Tampoco pueden acceder a este subsidio todos los extranjeros sin papeles. O los menores de 23 años, al igual que los que tengan más de 65 si no cuentan con hijos a su cargo; o los que ahorraron algo de dinero el ejercicio anterior, aunque hayan perdido el trabajo este curso. O incluso la vivienda.

No obstante, el ministro José Luis Escrivá, que ha reconocido las lagunas de la prestación, comprometió que su departamento «mejorará los niveles de renta» para ampliar el abanico de posibles beneficiarios, aunque para eso habrá que esperar hasta finales de este año.

En este sentido, el Defensor del Pueblo mostró este verano su «preocupación» ante el aumento de personas sin recursos que acuden a asociaciones vecinales, a las denominadas «colas del hambre», para cubrir sus necesidades básicas, y que están a la espera de la resolución del ingreso mínimo, que apenas cubre una pequeña parte de todos esos hogares que no llegan a fin de mes.