La reforma de la educación
La nueva ley educativa enseñará en clase de Lengua a detectar bulos en internet
A las puertas de que arranque el próximo curso escolar, la Lomloe, que comenzará a aplicarse en Primaria a partir de septiembre de 2022, ha saltado a la palestra con sus propuestas para reformar el contenido curricular de las materias. Es decir, qué se dará en cada una de las asignaturas. De momento, ya ha comenzado a circular el borrador de la que será la octava ley educativa desde la democracia, que ahora las comunidades autonómicas y los propios colegios deberán seguir concretando, cada uno a su escala.
En la asignatura de Lengua Castellana y Literatura, en la Lomloe o Ley Celaá, los nuevos contenidos hacen hincapié en saber buscar fuentes de información fiables, detectar riesgos de manipulación y desinformación, y valorar la diversidad lingüística y acentual de España, en la que cada variedad geográfica tiene su norma culta y, por tanto, «no puede establecerse una de ellas como la más correcta».
Los borradores del nuevo currículo para Primaria (con seis cursos para los niños de 6 a 12 años), a los que ha tenido acceso Efe, han sido enviados ya por el Ministerio de Educación a las autonomías para su debate y van desde la nueva asignatura de Educación en Valores Cívicos y Éticos, a la Educación Física, Lengua Extranjera y Conocimiento del Medio Natural, entre otras.
Los contenidos de Lengua Castellana y Literatura se organizan en torno a las estrategias relacionadas con hablar, escuchar, leer y escribir para proporcionar al alumnado herramientas que le permitan responder a «los retos de la sociedad del siglo XXI, que demanda personas cultas, críticas y bien informadas». Los niños deberán ser capaces de hacer un uso eficaz y ético de las palabras; ser respetuosos hacia las diferencias; con capacidad de transformar la información en conocimiento y de aprender por sí mismos, trabajar en equipo, y comprometidos con el desarrollo sostenible, la defensa de los derechos humanos y la convivencia.
El elemento clave de este currículo son las competencias específicas, que identifican qué, cómo y para qué queremos que el alumno haga sus tareas de aprendizaje. La primera de estas competencias se orienta al reconocimiento de la diversidad lingüística y dialectal del entorno y de España, para «favorecer actitudes de aprecio hacia la diversidad étnica y cultural, combatir prejuicios y estereotipos lingüísticos». «El castellano es una lengua universal y policéntrica, con una enorme diversidad dialectal, en la que cada variedad geográfica tiene su norma culta. No puede, por tanto, establecerse una de ellas como la más correcta», explica el documento ministerial.
Materia con polémica
Migraciones, minorías, identidades étnicas y educación afectivo-sexual a partir de los 10 años
Afirma que «saber leer hoy implica también saber navegar y buscar en la red y seleccionar información fiable con distintos propósitos». En consecuencia, subraya la importancia de saber buscar, seleccionar y contrastar información procedente de dos o más fuentes, de forma planificada y con el debido acompañamiento, evaluando su fiabilidad y reconociendo algunos riesgos de manipulación y desinformación.
Otras competencias esenciales son: comprender e interpretar textos orales identificando el sentido general y la información más relevante; producir textos orales con coherencia, claridad y registro adecuados para expresar ideas, sentimientos y conceptos; entender textos escritos, reconociendo el sentido global, las ideas principales y la información explícita, y leer y analizar obras o fragmentos literarios.
En cuanto a la nueva asignatura de Lengua Extranjera en la Primaria se señala que su objetivo será tanto la adquisición de la competencia comunicativa como el desarrollo y enriquecimiento de «la conciencia intercultural» de los alumnos, favoreciendo «la curiosidad por el conocimiento de otras realidades sociales y culturales».
Los niños deberán poder comprender el sentido general e información concreta de textos breves y sencillos; producir textos de manera estructurada; interactuar con otras personas usando expresiones cotidianas, y apreciar la diversidad lingüística, cultural y artística a partir de la lengua extranjera identificando las diferencias y semejanzas entre lenguas y culturas para aprender a «gestionar situaciones interculturales».
«En Primaria, la interculturalidad, que favorece el entendimiento con los demás, merece una atención específica porque, a diferencia de otros aspectos, es probable que no se encuentre en la experiencia previa del alumnado y que su percepción esté distorsionada por los estereotipos y constituya el origen de ciertos tipos de discriminación», añade.