Cerrar

Más de 2.000 autónomos todavía dependen de las ayudas extraordinarias para no cerrar

Apenas cobran 500 euros de media al mes tras acreditar una caída de la facturación de al menos el 50% de sus ingresos

Los bares que no disponen de terraza apenas han podido trabajar este año. FERNANDO OTERO

León

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La crisis desatada por la pandemia todavía la sufren en León más de 2.000 autónomos que dependen de las ayudas públicas para no cerrar sus negocios. Los ingresos de muchos establecimientos relacionados con la hostelería y el comercio, los dos sectores más castigados por el covid, aún están muy lejos de lo que se facturaba antes de la emergencia sanitaria, hace ya un año y medio.

Ni siquiera la llegada del verano ha contenido la caída del consumo, más allá de días puntuales, como los del puente pasado, que por primera vez en muchos meses disparó las reservas en los hoteles. Solo en la provincia hay en estos momentos 2.061 trabajadores por cuenta propia que perciben alguna de las prestaciones extraordinarias que aprobó el Gobierno para este colectivo, formado en León por más de 35.000 profesionales. Apenas cobran 500 euros al mes, más la bonificación de la cuota, siempre y cuando acrediten pérdidas de al menos el 50%. Hasta febrero la caída de la facturación debía ser superior al 75% para no quedarse fuera de las ayudas. En España se perciben de media unos 700 euros, casi doscientos más que en la provincia.

De momento, el cese de actividad, como se conoce a esta prestación, similar al paro, estará vigente hasta el 30 de septiembre, aunque desde el Ejecutivo central ya han avanzado una nueva prórroga si la situación epidemiológica no mejora y continúan activas las restricciones. Ocurre lo mismo con los expedientes de regulación temporal de empleo.

Estado de alarma
En los peores meses de la pandemia cobraban el cese de actividad casi 12.000 trabajadores

Caída del consumo
El comercio y la hostelería son los sectores con más profesionales subsidiados debido a las restricciones

La limitación de los horarios y los aforos en la hostelería, que vuelve a tener la barra blindada, al menos hasta que termine agosto, ha prolongado la agonía de muchos autónomos que confiaban en la reactivación económica durante los meses de verano, los mejores para el sector, pero la ausencia de turistas extranjeros y las medidas de contención han mermado la actividad de muchos negocios. Por ese motivo, las cifras de finales del mes de julio —los datos de agosto aún no se conocen— son peores que las de junio, cuando la Seguridad Social pagó el cese a 1.608 autónomos de León, 453 menos.

No obstante, la situación actual es mucho mejor que la del último mes de mayo. Entonces había 4.332 trabajadores por cuenta propia que sobrevivían gracias a los ingresos que llegaban del erario público. Y no tienen nada que ver con las que arrojó el primer estado de alarma, cuando el Gobierno decretó el cierre de todos los negocios no esenciales y confinó a la población durante dos meses y medio. En julio de 2020 un tercio de los autónomos (12.000) dependía de este subsidio, que, en un primer momento, no protegía ni a los feriantes ni a todos esos profesionales de temporada que no estaban dados de alta cuando estalló la pandemia.

También hubo cientos de autónomos que se quedaron fuera porque no cumplían la larga lista de requisitos de una prestación que, al igual que el ingreso mínimo, no ha respondido a las expectativas. El Gobierno preveía que desde febrero de este año uno de cada cuatro autónomos lo cobrara, pero tan solo ha llegado en León al 12% del colectivo en los meses con más beneficiarios desde que se aprobó el nuevo cese, que, según anunciaron entonces, simplificaba su tramitación y facilitaba el acceso. Aún así, la Seguridad Social se lo denegó a 384 leoneses en julio.

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