León y Asturias insisten en lograr igualdad de trato para rebajar el peaje de la AP-66

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, insistió ayer en la petición para rebajar los costes del peaje entre León y Asturias. El responsable de la Junta hizo pública esta demanda en la pasada feria de muestras de Gijón. Y en esta ocasión, durante su encuentro con la consejera de Presidencia de Asturias, Rita Camblor, no desaprovechó la oportunidad de refrendar el frente común asturleonés.

Suárez-Quiñones reclamó que «se aplique un principio de igualdad». «Si en otras autopistas se hacen excepciones totales o parciales de los peajes, el mismo derecho tienen la comunidad de Castilla y León y Asturias». Añadió que «los ciudadanos somos todos iguales en territorio nacional y, por lo tanto, consideramos que hay que aceptar un trato igualitario». Y concluyó: «Sabemos que los presupuestos del estado dan para lo que dan, pero si se puede hacer un esfuerzo se debe hacer para todos; pedimos un trato de igualdad responsable».

Estas declaraciones completaron la anterior respuesta que dio Camblor, donde comentó que «se elaboró un documento consensuado con el Principado y los demás partidos políticos, la alianza por las infraestructuras de Asturias, donde se pide que se practique esa rebaja de los peajes». Manifestó que «el estado envió seis millones para completar el coste del peaje y conseguir con el tiempo una equidad con las demás comunidades», para coincidir con lo expresado por Suárez-Quiñones. La consejera de Presidencia agregó que esta reducción es necesaria porque la «AP-66 es la principal vía de comunicación entre Asturias y la meseta».

La situación de este enclave es fundamental para el tráfico entre las dos provincias, que está pendiente de una rebaja sustancial en el peaje de la León-Campomanes. Si se ejecuta esta medida se terminará por dar a la autopista el incremento de circulaciones que ahora elige el puerto pajares y la N-630, disuadido por las tasas.

Protocolo de emergencia

La cuestión se expuso ayer durante la presentación del protocolo de coordinación en operaciones de emergencia en túneles de áreas limítrofes. La firma de ambos representantes aprobó la cooperación y coordinación entre Asturias y Castilla y León.

El objetivo del convenio consiste en buscar una respuesta óptima ante una potencial situación de peligro, especialmente en lo que se refiere a extinción de incendios y evacuación de personas. Por lo que este acuerdo impulsa una mejora de los pactos existentes en materia de coordinación de operaciones de emergencia en los túneles ferroviarios y de transporte por carretera que comparten ambas comunidades.

Según manifestó Camblor, le consta «que este trabajo de planificación de un lado y de otro de la frontera, más política que territorial y humana que divide nuestras comunidades autónomas, está bien hecho y bien organizado». También complementó su discurso con una felicitación a los cuerpos y medios de seguridad de las dos administraciones. El responsable de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, por su parte, expresó su coincidencia con las buenas palabras que le dirigió la consejera. Su alegato comenzó con la siguiente alusión: «Este protocolo pretende dar una respuesta óptima ante una potencial situación de peligro, especialmente en lo que a extinción de incendios y evacuación de personas se refiere, al tratarse de un entorno con unas características de especial dificultad por la orografía y la meteorología». El consejero continuó: «Las infraestructuras a las que se pretende dotar de una mayor seguridad están consideradas entre las más importantes del territorio nacional, tanto por su magnitud, como por el tráfico de personas y mercancías que soportan, lo que obliga a que los servicios de emergencias de ambas administraciones den una respuesta conjunta y eficiente ante cualquier incidente que se pudiera producir en ellas».

El 112 como mediador

Amplió que «el protocolo incluye los mecanismos de planificación, preparación y respuesta coordinadas en materia de protección y asistencia ciudadana, necesarios para las intervenciones que tengan lugar tanto en el interior como en el entorno de túneles, ya sean ferroviarios o de carretera». El presente documento contempla como canal de comunicación los servicios 112 de ambas comunidades autónomas, que en todo momento intercambiarán la información de la que disponen en relación a los incidentes que pueda originar la activación de este protocolo.

El acuerdo prevé mecanismos de colaboración con las empresas explotadoras de los túneles, que deberán informar con antelación a ambos gobiernos sobre sus planes de autoprotección, estableciéndose procedimientos de actuación, colaboración y comunicación con el Puesto de Mando Avanzado que se cree para gestionar cada incidente. En caso de que la emergencia, por su envergadura, requiriese de la activación de al menos un Plan Territorial de Protección Civil, el protocolo establece la creación de un comité asesor, un puesto de mando avanzado y un comité de dirección, todos ellos vinculados a un objetivo: garantizar la coordinación y la seguridad de las personas y bienes afectados por la emergencia en un túnel.

Puntos calientes

Entre los puntos más relevantes entre León y Asturias en cuanto a posibles emergencias está el túnel de El Negrón, en la autopista AP-66, de 4,102 kilómetros de longitud y por el que cruzan unos 8.000 vehículos diarios. La autopista AP-66 tiene un total de 14 túneles —siete de ellos en la vertiente leonesa y seis en la asturiana, sin contar con el Negrón, que es compartido—, que en conjunto suponen casi 17 kilómetros.

La actual línea ferroviaria entre León y Asturias tiene cerca de 90 túneles, de los que 63 están en la conocida Rampa de Pajares, destacando el paso de La Perruca, compartido entre ambas comunidades autónomas. Precisamente, sobre el caos ambiental de Pajares, ambos consejeros coincidieron en urgir a Adif una respuesta al desvío de agua hacia la vertiente asturiana como consecuencia de las obras de la variante ferroviaria.