Centro penitenciario
Villahierro fomenta que los talleres de los reclusos produzcan material para empresas
En el pasado había múltiples convenios en los que incluso se daba de alta en la Seguridad Social a los internos
El Centro Penitenciario Provincial de Villahierro fomentará —en cuanto la situación económica del país lo permita— los convenios de colaboración con empresas privadas para que los reclusos produzcan en los talleres de la penitenciaría material para compañías privadas, que a cambio compensarían económicamente a los trabajadores. Este sistema ya se siguió años atrás, con la peculiaridad de que los internos eran incluso dados de alta en la Seguridad Social. «Actualmente queda algún convenio de este tipo, pero es la Entidad Estatal de Formación Penitenciaria y Empleo la que se encarga de esta cuestión», señaló ayer a este periódico Henar García, la nueva directora del establecimiento afincado en Mansilla de las Mulas.
No obstante, la intención de la institución es fomentar este tipo de prácticas a partir del otoño, siempre que las condiciones del empresariado sean favorables para la creación de puestos de estas características y para establecer vinculaciones de este tipo.
«Es la Entidad Estatal de Formación y Trabajo Penitenciario quien firma convenios de colaboración con las diferentes empresas que desean desarrollar talleres en las prisiones. Prácticamente todos los centros tienen talleres. Nosotros también», explicó.
Factores variables
El trabajo en talleres mejora la vida cotidiana del preso, puesto que rompe con la rutina, la inactividad y la presión de la cárcel; asimismo, lo prepara para una futura inserción laboral, en la medida en que le proporciona hábitos laborales y conocimientos profesionales; y pone a su disposición unos ingresos que le permiten mejorar su calidad de vida en prisión y contribuir, en bastantes casos, al sustento de su familia. Lo aseguran Antonio Martín Artiles , Fausto Miguélez, Francesc Gibert, Ramon de Alós-Moner en su obra Trabajar en prisión .
Buena valoración
Pese a que son pocos los empleos en talleres que aportan el aprendizaje de un oficio y los salarios generalmente son bajos, los internos valoran el trabajo positivamente. Sin embargo, el estudio muestra que son varios los retos que debe afrontar el sistema penitenciario, desde el aumento de la oferta de empleo, la obtención de trabajos más orientados la mundo profesional y, en particular, un mejor encaje del trabajo en talleres con el conjunto de iniciativas del sistema para la reinserción social de los presos.
Responsables
Villahierro cuenta con un taller ocupacional. Es el lugar en el cual la imaginación, el arte y el trabajo de los internos se mezclan para crear obras personales en madera, pintura artística, etc. En este taller el material, generalmente entregado por la Administración del Centro, permite el desarrollo de la creatividad personal de los participantes.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad entre las actividades productivas que realizan los reclusos en el marco del programa de Laborterapia destacan las labores de mantenimiento en general, jardinería, tortillería, carpintería, elaboración de productos de uso personal, productos de limpieza y elaboración de otros bienes.
Villahierro dispuso de numerosos convenios de estas características. El violador del chándal, por ejemplo, trabajó para una empresa de ventanas durante una etapa de su condena. En aquellos tiempos, a los reclusos sujetos a estos contratos se les daba de alta en la Seguridad Social.