El nuevo general de la Guardia Civil intensificará el control en el alfoz

Luis Antonio del Castillo Ruano, nuevo general jefe de la XII Zona de la Guardia Civil (Castilla

y León), con sede en la capital leonesa, aseguró que entre sus propósitos figuran la intensificación del control de la seguridad de las capitales en el alfoz, «que era un término cuya existencia desconocía», aseguró y prometió hacer un esfuerzo para corregir los desequilibrios de plantillas en las diferentes comandancias de la comunidad, conde cuenta con 6.900 efectivos.

Del Castillo tomó posesión de su cargo ayer en un acto sencillo marcado por los condicionantes sanitarios, acompañado por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, así como una nutrida representación de autoridades civiles, militares y eclesiásticas de Castilla y León y de Cantabria, último destino del general.

«A los militares nos preparan para afrontar adversarios tangibles, de carne y hueso», apuntó «y nuestro actual enemigo es invisible, carece de barreras morales, aprovecha nuestros errores y es capaz de adaptarse mutando para atravesar nuestras líneas de defensa», se quejó. Por eso hizo votos para el regreso a la normalidad: «Creemos ver el final. Hemos sido un referente para los ciudadanos».

Los retos a los que se enfrenta son numerosos «y a veces los medios escasos», reconoció. A ello se le suma «un preocupante desequilibrio en cuanto al grado de cobertura en determinadas comandancias y un progresivo incremento de la actividad humana y económica en los alfoces de las capitales».

Para afrontar la situación hizo un llamamiento a sus mujeres y hombres: «No dejéis que vuestra atención se desvíe por fuegos fatuos y cantos de sirena. No perdáis de vista el objetivo final» y parafraseó a Séneca: «Cuando no sabes hacia dónde navegas, ningún viento te es favorable».

Gámez, Pérez y Del Castillo. FERNANDO OTERO

El servicio a España «que juramos ante nuestra bandera tiene que hacer que estemos a la altura de los que nos precedieron y que los que nos han de relevar no tengan motivos para avergonzarse de nuestro desempeño».

Tuvo un recuerdo de gratitud hacia sus allegados, incluidos los miembros de la Policía Nacional en Cantabria «a los que llamamos el cuerpo hermano, en ocasiones con ironía porque tenemos nuestros desencuentros, pero que en mi caso es rigurosamente cierto».

Rafael Pérez, secretario de Estado de Seguridad, ennumeró las excelencias de la zona «que condiciona unos retos de seguridad a los que la Guardia Civil responde con uno de los índices de criminalidad más bajos del país, con 29,3 hechos criminales por cada mil habitantes».

Por eso llamó a vigilar especialmente «a la lucha contra la delincuencia itinerante que afecta a las explotaciones ganaderas, a las viviendas, a las infraestructuras, al patrimonio cultural y a la ciberdelincuencia, la protección del medio ambiente o las denominaciones de origen castellanas y leonesas para que los productores aseguren el futuro de la España vaciada».

Mujeres víctimas de violencia, trata, personas objeto de acoso deben de seguir recibiendo el «pronóstico feliz» de la Guardia Civil para hacer una España «más diversa y plural».