El Ayuntamiento privatiza espacio público en Ordoño II para tres bares

Clic para ampliar

 

El pliego de prescripciones técnicas y administrativas presenta el proyecto como «concesión demanial para el aprovechamiento privativo y explotación de tres quioscos sitos en Ordoño II». Pero lo que se define como quiosco deberá contar con «zona de barra, zona de servicio y take away , zona de almacenamiento de productos y material y zona de servicios, con un aseo independiente con retrete y lavabo, para uso exclusivo de los usuarios», como se recoge en el documento. La descripción de los requisitos, que responde a un bar con servicio de terraza, se ajusta al plan para la construcción de tres de estas instalaciones en la céntrica avenida: en la acera izquierda con las que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de la capital leonesa pretende redondear su proyecto de peatonalización estrenado a finales de 2020.

Las ubicaciones se marcan en el mapa en los espacios que hasta ahora quedaban reservados para estacionamientos: en el lado izquierdo, justo antes del cruce con Juan Lorenzo Segura; unos metros más adelante, tras rebasar la intersección de Alcázar de Toledo; y en la banda opuesta, nada más superar la salida hacia Gil y Carrasco, junto a los monolitos de homenaje a los reyes de León. Cada uno de los tres bares contará con «un máximo de 20 metros y una terraza para apoyo, con la posibilidad de ocupar, sólo durante el horario estricto de funcionamiento de la actividad, una superficie delimitada por el frente al interior de la vía de la longitud de la estructura del quiosco con un fondo de ocupación de 2,80 metros máximo», según se describe en el informe.

Los bares se levantarán con «una construcción prefabricada en materiales acordes con el entorno y con los servicios suficientes para prestar la actividad requerida», como reseñan los pliegos, en los que se da margen para que el concesionario presente un proyecto, pero con el aviso de que no podrá tener una desviación superior al 10% «en calidad y coste» sobre los 100.000 euros de inversión que se estima que costará la ejecución de la edificación en el estudio de viabilidad elaborado por los técnicos municipales.

La factura se apunta con cargo al concesionario, que asumirá a su riesgo y ventura la explotación de los bares. El nombre de la empresa se decidirá de acuerdo a las condiciones del concurso. El 55% de los criterios se basará en la oferta económica, que deberá partir de un canon mínimo anual de 3.841 euros por los tres establecimientos, que entran dentro de un solo lote de adjudicación; mientras que otros 25 puntos de valoración responderán al diseño y los 20 restantes a la «propuesta de actividad y calidad gastronómica», según los pliegos. Quien resulte ganador contará con un periodo concesional de 15 años.

Pero el proyecto queda por ahora encima de la mesa. Después de que hubiera sido incluido por urgencia en el orden del día de la comisión de Hacienda y Régimen Interior, los grupos de la oposición criticaron la entrega de la documentación el pasado sábado, sin que alguno de ellos pudiera abrir el archivo, como expuso el concejal popular Pedro Llamas, quien afeó el poco tiempo dado para examinar un documento de 104 páginas. A la postura se sumó incluso el concejal de Hacienda, Carmelo Alonso, quien respaldó el criterio del PP, UPL y Cs, frente a los intentos de su compañero socialista Vicente Canuria de que saliera adelante la propuesta como estaba planteada. Como consecuencia, se retiró e incluso, se pactó que no constara en acta el debate, con el acuerdo de que irá a la próxima comisión.