El maltrato invisible a las mujeres mayores

Las mujeres mayores son las que menos denuncian el maltrato que sufren por parte de su entorno, parejas o cuidadores, y también las que menos acuden a pedir ayuda a profesionales y a servicios de apoyo, en comparación con víctimas de otras edades.

Se sabe poco de los diversos tipos de maltrato que sufren los mayores y apenas hay estudios que definan la dimensión de estas situaciones, agravadas durante la pandemia y que se estima que podría estar sufriendo una de cada seis personas mayores en España.

Han lanzado la voz de alerta expertos del ámbito de la asistencia social, la judicatura y de las asociaciones de mayores en unas jornadas organizadas por la Unión Democrática de Pensionistas (UDP), con motivo del Día Internacional de la Personas Mayores, que se celebra hoy, 1 de octubre. Se trata de una realidad oculta que se produce mayoritariamente dentro de los domicilios y centros residenciales y que apenas llega a los tribunales; una situación que se vive en todos los países europeos y que se vincula con el gasto social dedicado a los cuidados.

«Es necesario un esfuerzo financiero en gasto público destinado al acompañamiento de los mayores si queremos actuar sobre el maltrato», advierte Borja Arrue, de la red europea contra el maltrato de los mayores (AGE Platform Europe). En España se destina el 0,7 % del PIB a cuidados a largo plazo, situándonos a la cola de la lista europea, encabezada por Noruega (4 %), Países Bajos (3,7 %) y Dinamarca (3,5 %).

SILENCIO Y RESIGNACIÓN

Con la edad, la violencia que sufren las mujeres durante décadas en el ámbito de la pareja o de su entorno familiar «ni cesa ni se apacigua», explica la psicóloga sanitaria Cristina Pérez Castaño, que acompaña a mujeres mayores supervivientes de violencia de género en la Fundación Luz Casanova.

«Es una realidad muy invisibilizada todavía», denuncia esta experta, por «la posición inferior» en la que se han mantenido estas mujeres durante décadas y que es aprovechada por el maltratador. «Las mujeres mayores hablan de sus males a través de su cuerpo; muchas mujeres pidieron ayuda y no fueron creídas ni protegidas y otras muchas vieron lo que les ocurrió a las que lo hicieron», añade Pérez Castaño.