San Froilán
Vídeo | León recupera su romería
La Basílica de La Virgen del Camino (León) ha exhibido este martes sus mejores galas en el día grande de las Fiestas de San Froilán para acoger la tradicional romería al santo, que aunque se celebrado en una jornada nubosa no ha impedido la participación de miles de leoneses, aunque en menor medida que en los años anteriores a la pandemia, cuando congregaba casi a 60.000 personas
Por la mañana, la romería salía de León con carros engalanados bien pertrechados de viandas para el camino acompañados de cientos de leoneses que cayado en mano dirigieron sus pasos hacia la Basílica de La Virgen del Camino para participar en la Eucarística que ha oficiado por primera el obispo de León Luis Ángel de las Heras, que en 2020, su primer año al frente de a Diócesis, no pudo hacerlo a causa de la pandemia.
La exsplanada detrás de la Basílica se ha convertido de nuevo en el escenario para acoger una romería a la que no han faltado las autoridades políticas y militares de la provincia, junto a los representantes municipales de los Ayuntamientos del voto (Valdefresno y Villaturiel), el de León y Valverde de la Virgen.
Como marca la tradición, se ha realizado la ofrenda al santo con la imposición de la cuelga de rosquillas.
Unos actos a los que han seguido grandes colas para tirar al Santo de la Nariz en la Puerta de San Froilán , uno de los actos más tradicionales, para luego entrar a besar el manto de la Virgen del Camino en el Santuario.
Un encuentro en el que no han faltado las jotas y bailes tradicionales en los que la dulzaina y el tambor han sido los protagonistas.
Ya a primera hora de la tarde el protagonismo se ha trasladado al gran mercadillo donde acuden miles de personas para degustar las típicas morcillas, chorizos o pulpos, además de otras viandas.
No se marchan los leoneses de esta romería sin comprar las tradicionales avellanas, los denominados 'perdones avellaneros', una tradición según la cual antiguamente los mozos compraban bolsas de avellanas a las novias para que les perdonasen por no acudir con ellas a la fiesta.
El santoral anota que San Froilán nació en los arrabales de Lugo en el año 833 y que a los 18 años dejó la casa de sus padres para emprender vida de ermitaño, retirándose según parece a la gruta de Ruiterlán en el Bierzo, ahora ermita, y más tarde a las montañas leonesas del Curueño.
A lo largo de los años, su vida se vio marcada por diferentes acontecimientos que fueron forjando poco a poco su destino, tal vez uno de los más importantes conocer al sacerdote mozárabe de Tarazona Atilano, con el cual emprendió una vida monacal y de reforma de la vida eremítica.
En el año 900, a la muerte del obispo de León, Vicente, el pueblo pidió al rey Alfonso III que Froilán fuera el nuevo obispo.
Los ceremoniales fueron presenciados por el rey y toda la corte del momento, lo que da idea de la importancia de la figura de San Froilán en la época.
En el año 905, tras un fecundo lustro de ejercicio episcopal, con dedicación especial a la reforma de los sacerdotes, monjas y seglares, falleció y fue enterrado en la Catedral y en el año 916 sus reliquias, por orden del Rey Ordoño II, fueron trasladas a la nueva Catedral.
Parte de sus reliquias descansan a día de hoy bajo el altar mayor del primer templo diocesano de León.