Revolución en las aulas
Un ágora entre los nuevos espacios para el aprendizaje
Jesuitas de León cambia su modelo pedagógico, que este curso ya ha comenzado a implantarse en los dos primeros niveles de Infantil
Los niños de 3 años, en el ágora, durante la asamblea con sus profesores. FERNANDO OTERO
Los tiempos cambian y la educación también. Atrás quedan las clases magistrales, con los alumnos pegados a sus sillas. Los férreos libros o los mismos tiempo para todos. Bajo estas premisas, el colegio Jesuitas de León se ha sumergido de lleno en este cambio metodológico empezando por las bases, por los dos primeros cursos de Educación Infantil. Así, las seis clases que ocupaban hasta el curso pasado la planta baja del centro se han transformado en un gran espacio común aunque zonificado con diferentes entornos, destinados cada uno de ellos a aprendizajes concretos.
«Surgió la necesidad, tanto en los propios niños como en la forma de educar y con la intención de atender la diversidad, las necesidades de cada uno de los niños», explica la directora del Sagrado Corazón Jesuitas de León, Cristina Fernández, para añadir que el centro comenzó a plantearse el cambio hace cinco años. Tras madurar el proyecto y un largo proceso de formación de los docentes, este verano se transformaron los espacios y los niños de primero y segundo de Infantil han estrenado Contigo+.
La directora de Educación Infantil y Primaria del colegio, Belén Santamarina, matiza que los entornos de aprendizaje son el entorno TIC, el Playtime, la zona para proyectos donde los pequeños investigan y crean, el entorno de artística y manualidades o la pecera, un espacio acristalado, que aunque permite el contacto visual con el resto del espacio educativo, está aislado para que los pequeños puedan concentrarse en él y desarrollar las actividades que exigen más atención, como la lectura o las horas de conversación con la profesora nativa de Inglés. Los Jesuitas han recuperado el ágora. Un lugar en el que los pequeños hablan y se expresan en la llamada asamblea, donde también organizan o planifican el día.
Uno de los pilares de este nuevo modelo educativo es la organización de los maestros, que además, asumen un nuevo papel, el de acompañar al alumno en su aprendizaje. «Los niños tienen un tutor de referencia, pero al unificar las clases, hay una educación compartida, los niños siempre están con cuatro profesores, y la coordinación de los profesores es la base de este proyecto», señala Santamarina.
El nuevo enfoque pedagógico, basado en una metodología activa e innovadora, ofrece una mayor flexibilidad de los tiempos, adaptados a las necesidades y circunstancias de cada escolar, que recibe un trato personalizado. Jesuitas también ha apostado por nuevos materiales pedagógicos, como las mesas de luz o un robot, el rincón de la calma además de impulsar la gestión y la expresión de las emociones.
El proyecto seguirá creciendo y el próximo septiembre dará el salto a tercero de Infantil, para curso tras curso ir subiendo de nivel hasta llegar a la ESO e ir adaptándose a las diferentes necesidades de cada curso. Entre los objetivos de este nuevo modelo pedagógico está «fomentar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, promoviendo las oportunidades de aprendizaje y ajustándose a las necesidades e intereses individuales de todos los alumnos» o «crear experiencias de aprendizaje que permitan entrenar el pensamiento y el cultivo de todas las inteligencias». A mayores, los alumnos también tienen áreas específicas para la reflexión y la autoevaluación sobre sus experiencias y Contigo+ pretender educar a sus alumnos para una ciudadanía global, formando jóvenes abiertos al cambio, con capacidad de adaptación y transformación de la realidad que les rodea. Todo ello, con metodologías activas que desarrollen su autonomía, su curiosidad por descubrir, su creatividad y su capacidad de descripción, observación, experimentación, formulación y comprobación de hipótesis.