Todos los Santos
Homenaje a los difuntos sin apenas restricciones en León
El cementerio recupera la normalidad tras las limitaciones por el covid
La normalidad recupera la tradición de honrar a los difuntos cada primero de noviembre y en los días previos, cuando se acude al cementerio a cumplir con la costumbre que congeló la pandemia durante dos años consecutivos, cuando más necesaria se antojaba la presencia de quienes no habían podido cumplir con el acompañamiento en las peores semanas de la pandemia. Esa deuda se rescata ahora, prácticamente sin limitaciones, más allá de ese metro y medio de distancia que impera en todos los lugares públicos. El 50% de ocupación marcado para el pasado año se olvida. El nuevo protocolo impulsado por la mancomunidad de servicios funerarios de León y su alfoz (Serfunle), a partir de las guías fijadas por la Junta, no elude de la precaución, pero establece que se podrá llegar al aforo completo en el cementerio, es decir, hasta las 9.654 personas. Como complemento, junto a los puestos de flores, se instalará un punto de atención de primeros auxilios, gestionado por Cruz Roja, en el que habrá una zona de aislamiento en el caso de que una persona presente síntomas compatibles con el covid-19. No se abrirá tampoco esta vez la capilla, ni habrá servicios religiosos dentro de este espacio reducido que se sitúa frente a la entrada principal. Nada más quedará condicionado, más allá de la lógica cautela de no confluir grandes grupos en una zona determinada, como aconsejan desde Serfunle, a la vez que recuerdan que la actividad funeraria se mantiene todo el año. El Ayuntamiento ha reforzado el servicio de autobuses y desplegado un dispositivo especial de seguridad que alargará hasta el lunes por la tarde.