Casi un millar de niños inmigrantes necesitarán profesores de apoyo

Aunque no todos lo requieran, el creciente porcentaje de alumnos procedentes de otras culturas que llegan a las aulas leonesas, requiere que desde el Gobierno regional, se dispongan unas líneas educativas para ayudar a la integración educativa, y sociocultural, de los niños inmigrantes. El viceconsejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Francisco Álvarez Guisasola destacó que los programas de formación complementaria impartidos el curso académico pasado, han obtenido unos resultados satisfactorios. Por ello, el Gobierno regional va a continuar trabajando en esta línea educativa, ya que, además, en el último año el número de alumnos inmigrantes «prácticamente se ha duplicado». En Castilla y León ya son más de 5.500. El número en la provincia de León supera los mil. Muchos necesitan medidas especiales para equiparar su nivel educativo al de los niños leoneses. Hay dos factores fundamentales que condicionan esa adaptación. Todo depende del lugar del que procedan. Por un lado están los alumnos inmigrantes que proceden de países de habla hispana. Conocen el idioma y no les cuesta integrarse con facilidad en las costumbres de vida y las lengua. Sin embargo, necesitan clases compensatorias para alcanzar el nivel existente en las aulas. Alcanzar el mismo nivel A quienes proceden de países del Este les pasa lo contrario. Su nivel educativo es alto y, a pesar de partir de un conocimiento cero del idioma, en cuanto aprenden el idioma tienen menos dificultades que los hispanohablantes. Guisasola también quiso apuntar que la integración de los alumnos inmigrantes en la Comunidad es importante que se haga bien, porque «ellos serán los adultos del mañana». «Si ésta se hace correctamente se evitan problemas de indisciplina o delincuencia», añadió el viceconsejero de Educación. Y es que así destacó que, de momento, no se han presentado problemas de este tipo «ni con los alumnos inmigrantes, ni tampoco con los niños pertenecientes a las minorías étnicas». El reto y la preocupación de Educación, por abordar con éxito los problemas de integración que puedan vivirse en las aulas, se materializó ayer en las jornadas «Educación intercultural, hijos de inmigrantes y gitanos». Como su título indica, docentes de diversos países europeos pondrán sobre la mesa sus conocimientos sobre las necesidades educativas en diversos sistemas educativos europeos. Profesores de Dinamarca, Gran Bretaña, Bélgica, Italia y Noruega, con su información y experiencias, harán un análisis comparativo de las políticas educativas comunes. Todo para que profesores, padres, tutores y alumnos de otras culturas no tengan problema para incorporarse al sistema educativo castellano y leonés. Estas jornadas están dentro de las actividades organizadas por el programa Sócrates, de la Comunidad Europea en el ámbito de la educación, y durarán hasta el viernes.