«Es importante conseguir una vida mejor para ellas»

Comenzó su tarea el 24 de junio «y hasta el 23 de junio del año que viene no termino». Su misión se desarrolla en Bamako (Mali) «y el peligro de atentado está en las regiones, pero...». Lourdes Ramírez tiene esencia de guardia civil y ahora, desde el puesto de Armunia, la lleva a África en una misión para la ONU que le llega a los 31 años de servicio «después de pasar por el GRS». Ha tenido que dejar en casa a dos hijas pequeñas y un marido que la animó.

«La función principal es policial», explica. «Ayudamos a la gendarmería a estabilizar el país», en plena decadencia del poder local. Eso se hace «enseñándoles cómo trabajamos nosotros». Eso significa vivir de alquiler con un guardián en la puerta y un generador dentro. «Cada mañana cojo el coche de la ONU y me dirijo a la oficina, desde las 8.00 hasta las 18.00 horas». Hay que empezar por crear bases de datos para las denuncias «porque allí todo es muy lento».

Día a día se elabora un informe para Naciones Unidas. «Lo que más me llama la atención es el trabajo que queda pendiente de hacer. Hay un choque entre nuestra cultura y la suya, no hay prisa. ‘Esto es África’ te dicen».

Pone el ejemplo de una sustracción de vehículos de alta gama. «El GPS de los coches nos daba señal de que estaban en una zona. Tardamos un día entero en conseguir el permiso para abrir un camión y tardamos dos días en recuperar los coches. Aquí se hubiera hecho en unas horas. Es otra cultura y otro clima y todo influye».

Disfruta estos días de unas vacaciones generadas por el estresante sistema que impide separarse de la misión más de 24 días. Cuando acabe la misión se reincorporará al puesto principal de Armunia «con la satisfacción personal que me está suponiendo esto, aunque dejar la unidad un año es mucho», reconoce. «Pero es lo que me faltaba por hacer en la Guardia Civil».

La teniente Ramírez, junto a mandos locales. DL

Una vez que Naciones Unidas la ha reclutado para sus misiones «ya estás en la rueda. De todos modos, me ha pillado ya un poco tarde».

La igualdad de la mujer está «muy bien trabajada. África parece un territorio un poco complicado pero hay una Red de Mujeres para evitar que se violen sus derechos. Se trata de conseguir una vida mejor para ellas», asegura.

Ramírez, en una reunión de mandos internacionales. DL

La misión es «una ayuda al país», pero no lo hace por dinero. «Me genera una gran satisfacción personal, aunque no está en mi mano resolver la situación de aquella gente. Pedir es una cosa muy extendida, no les da pudor. A veces les regalas un bolígrafo y les has hecho las personas más felices del mundo», explica.

En breve será la hora de volver al país. Y en dos suspiros más, la de regresar a León. Será con una satisfacción añadida.