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Economía

Interactivo | Más de la mitad de las empresas registradas en León no tiene actividad ni rinde cuentas

En la provincia hay 15.650 sociedades dadas de alta que no generan movimientos pero aparecen en la relación oficial

empresas activas sin actividad registrada

León

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Más de la mitad de las empresas con sede en León que aparecen en los balances oficiales no tienen ningún tipo de actividad. Llevan años sin comunicar actos y tampoco han depositado las cuentas en el registro mercantil, lo que puede acarrear problemas relevantes.

La mayoría sucumbió a la anterior crisis, pero no han sido liquidadas. Siguen en un limbo administrativo. Son 15.650 compañías, de cualquier sector, las que permanecen silentes. Suponen el 52,09% de todas las sociedades que están dadas de alta en la provincia (30.042), según los datos facilitados por Iberinform a Diario de León.

«El incum plimiento de estas obligaciones puede suponer importantes consecuencias para la empresa, entre ellas el cierre provisional de la hoja registral, lo que impide inscribir documentos salvo alguna excepción, como el cese o dimisión de los administradores», explican los analistas de esta plataforma especializada en estudios financieros para reducir riesgos comerciales.

Advierten también que si se alarga la irregularidad puede «motivar que un concurso de acreedores sea declarado culpable o que se reclamen daños» por no haber presentado los balances económicos en el supuesto de que existan pagos pendientes. Incluso se exponen a «fuertes multas» por parte del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas.

En España la situación es similar. Iberinform ha identificado 1,6 millones de empresas zombis —la mitad—, que registralmente computan como activas, aunque lo cierto es que duermen desde hace tiempo, sin ningún movimiento. Desde 2007, el número de compañías que depositan sus cuentas ha caído el 11%. Es decir, más de 124.000 empresas se han quedado por el camino, aunque no se dieran de baja. Hay una gran diferencia entre cerrar del todo una sociedad o dejarla inactiva. Si no hay deudas —en ese caso habría que presentar un concurso de acreedores— es muy sencillo liquidarla y puede hacerse, ante un notario, por unos 200 euros.

Consecuencias
El administrador responderá por las deudas generadas tras el primer año sin actividad

De lo contrario, sus administradores no podrán emitir ningún tipo de factura y mucho menos deducirse el IVA. Además deben presentar el Impuesto sobre Sociedades, aunque sea de forma simplificada, el año que se declara inactiva. Y están obligados a practicar retenciones de IRPF a las personas que tengan contratadas como asesores o por el alquiler del local. Si vendieran algún tipo de bien de su propiedad, como ordenadores o parte de las existencias, tienen que declarar el IVA trimestral, al igual que el resto.

La media
En Castilla y León suponen el 42% del total, diez puntos menos que en la provincia

Según recoge el artículo 363 de la Ley de Sociedades de Capital, «se incurrirá en causa de disolución por el cese de la actividad o actividades que constituyen el objeto social tras un periodo superior a un año». En este caso, el administrador dispone de dos meses tras expirar ese plazo para convocar junta de accionistas y desmantelarla completamente. Si no lo hace será el responsable legal de todas las deudas que se generen desde ese mismo momento.

En Castilla y León, Iberinform ha detectado que el 42% de las sociedades está en esta situación, una de las cifras más bajas de España. En Canarias, en cambio, alcanzan el 55% del total, la tasa más alta del país, a solo cuatro puntos porcentuales de León y muy por encima de La Rioja, donde únicamente el 36% de las sociedades están inactivas.

La crisis
Desde 2007, el número de empresas que deposita sus cuentas en el registro ha caído el 11%

 

En la ruina

Además, hay más de 300 empresas en la provincia que no recibirán ningún tipo de ayuda de los fondos europeos aunque sí funcionan y cumplen con todos los protocolos administrativos, pero están en una situación de quiebra técnica, según detalló la consultora Informa D&B en su último estudio. Todas tienen más de diez años de antigüedad pero son completamente vulnerables porque no generan beneficios ni siquiera para pagar los intereses derivados de los préstamos. Se las conoce como empresas zombis. La mayoría pertenecen a la construcción y a las actividades inmobiliarias, dos de los sectores que más sufrieron durante la anterior crisis de 2008.

La ley
Cuando una compañía se declara inactiva, hay que convocar una junta de accionistas y disolverla

En concreto, una de cada cuatro compañías quebradas, desde el punto de vista técnico, están relacionadas con alguno de estos dos campos. También hay del comercio, la industria, la hostelería, transportes, agricultura o sanidad.

Respecto a su tamaño, la gran mayoría, el 92,43%, son microempresas con menos de diez empleados en la plantilla. Solo hay tres medianas y otras tres grandes. En España existen 39.560 sociedades que encajan en esta definición.