Más de la mitad de los médicos se declara agotado emocionalmente

Más de la mitad de los profesionales médicos se declaran agotados emocionalmente, al menos un cuarto de todos ellos ha estado de baja durante la pandemia, un alto porcentaje se ha planteado dejar la Medicina y los índices de depresión se han multiplicado por cien en los profesionales sanitarios.

Estos son solo algunos de los datos de los distintos estudios que ponen de relieve la necesidad de actuar en el cuidado de los profesionales sanitarios dentro del ámbito de la salud mental, una ola que, si no se actúa con rigor y urgencia, ahogará al pilar fundamental del Sistema Nacional de Salud: sus profesionales.

La sobrecarga asistencial, la gestión de la incertidumbre y situaciones de precariedad previas a la pandemia, han provocado un enorme impacto en el estado de salud de la profesión médica, sobre todo, en su salud mental, unas heridas que se veían venir y que acredita el informe Repercusiones de la covid sobre la salud y el ejercicio de la profesión de los médicos de España , realizado por la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial, la Fundación Galatea y Mutual Médica. Pone de manifiesto de manera clara que el estado de salud de los médicos ha empeorado notablemente, llegándose a alcanzar prevalencias muy elevadas de malestar y deterioro físico, mental y emocional que, pese a ligeras mejoras, nunca llegan a recuperarse.

El documento destaca que seis de cada diez médicos presentan algún indicador de fatiga, dolor o estrés y la misma proporción sufre síndrome de burnout (estrés que se cronifica y cursa en forma de hartazgo y agotamiento). En consecuencia, se registra un incremento del consumo de tranquilizantes e hipnóticos: del 18,6% al 29,4%. Una fotografía que muestra claramente que las energías de los médicos están al límite, con un 51% que afirma sentirse «sobrepasado» y menos preparado física y emocionalmente ante nuevas olas.

También el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (Paime) ha registrado un aumento de casos. El coordinador en la Comunidad, Juan José Aliende, indica que en 2019 atendieron a 21 facultativos nuevos (tres de ellos de León) junto a los 72 que seguían en tratamiento, cifra que se elevó a 26 nuevos el año pasado (un 20% más, con 2 usuarios de León) y 92 en tratamiento.

«Quiero creer que en el programa atendemos los casos más complicados. El secreto del Paime no es tanto un tratamiento especial para los médicos, sino cuidar a los pacientes para que sean atendidos por facultativos en plenas condiciones y con la mejor praxis, de modo que a aquellos que tienen problemas se les aísla hasta que estén en buenas condiciones de ejercer la Medicina». En León han detectado más trastornos de ansiedad y depresión y una minoría de profesionales con problemas de drogas o alcohol.