Sanidad fía a los administrativos desburocratizar las consultas de Primaria y filtrar la cita previa

Sanidad impulsa un nuevo modelo para filtrar las consultas de Atención Primaria en todo el territorio y «sacar la burocracia fuera», según expresó la consejera, Verónica Casado. Un plan que pivota sobre los auxiliares administrativos, que no solo se harán cargo de las agendas de citación del medio urbano y el rural, como ya venían realizando en muchos casos, sino que se convierten en protagonistas de las propias citas, porque ya se puede reservar una consulta con ellos mismos para asuntos de papeleo o información.

Hasta ahora las opciones de citación solo pasaban por reservar hora con el médico, la enfermera o la matrona. Al incluir también a los administrativos se descarga a los facultativos y sanitarias de unas tareas que restan un tiempo precioso para atender a los pacientes.

En un momento de evidente falta de profesionales y una constatada dificultad de la población para acceder a ellos durante la pandemia, la idea es evitar, además, con un mayor número de administrativos el tapón que se ha ido produciendo al introducir la cita previa como requisito imprescindible para ver o hablar con médicos y enfermeras.

Un enjambre de citas que se multiplica con la última medida política de abrir físicamente todos los consultorios, 420 en León. De ahí el refuerzo que se acaba de sellar al incorporar a casi 40 administrativos a los 28 centros de salud para «que canalicen la demanda en los pequeños consultorios con las nuevas agendas y atiendan esos módulos de citación por asuntos burocráticos, de modo que al pedir cita con un administrativo, él contestará con un sms al paciente, le llamará para aportarle los datos o resolverá la petición que se le formule», explica la encargada de implementar el programa denominado Hadas en León, Elena Carriedo.

De modo, que las dudas que le surjan a un usuario de Sacyl sobre las próximas citas corcertadas con un especialista porque se le han olvidado, quienes quieran conocer si les caduca el visado y cómo renovarlo o cómo conseguir el pasaporte covid se pueden solucionar con el auxiliar, y el paciente «no tiene ya que gastar una consulta para temas administrativos y de información con un médico o una enfermera, que están hasta arriba de trabajo, lo que descongestiona el trabajo de diagnóstico», señala.

Sanidad se centra ahora en «formar e instruir a los administrativos para que gestionen bien las citas, canalicen la demanda y que si el problema que tiene alguien es para una enfermera sepa discriminarlo hacia esta profesional y no al médico».

El gerente de Atención Primaria, José Pedro Fernández Vázquez, cree que los administrativos van a jugar un papel importante para aliviar el tapón de demanda de cita previa, «aunque no se eliminará de la noche a la mañana, estamos empezando», matiza, y defiende que los médicos y enfermeros «no han sido responsables» de que la población en ocasiones tuviera dificultad para contactar con ellos durante la pandemia, sino que se debió a una saturación del sistema al incluir la cita previa para todo y producirse un aluvión, al que se quiere dar solución de manera más eficaz.

«Siempre he defendido que lo que puede hacer el administrativo, que no lo haga la enfermera; lo que puede hacer la enfermera, que no lo haga el médico; y lo que pueda hacer la Atención Primaria que no lo haga la Atención Hospitalaria». Opina que «esto incrementará de resolutividad», ya que los médicos de cabecera dedican un gran porcentaje de su tiempo a tareas administrativas, que suponen «un 25%» de la labor que realizan en un día normal, según los datos de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Un tiempo precioso, sobre todo, en el marco de la sobrecarga laboral actual, que podrían dedicar a la asistencia clínica.

Si las agendas de los facultativos se ajustaran a los cánones ideales de atención a 40-45 pacientes al día, el tiempo dedicado al papeleo podría traducirse en poder asistir a otros 25 enfermos. De ahí el trabajo de los auxiliares, enfocado a evitar toda la actividad no clínica posible al médico de Atención Primaria para que se centre en la labor diagnóstica.

Los propios médicos reconocen que han estado «incómodos, porque con la atención telefónica la población creía que no les atendíamos y no es así». Una medida que se tomó por seguridad con el covid y que deja la cita previa como medio de acceso.