Las aulas, el primer campo de batalla
Los centros educativos trabajan con sus alumnos, a través de diferentes actividades, para combatir el problema desde la raíz
«Esto es una lucha diaria, una lacra, una enfermedad de la que hay que curarse porque nos afecta a todos», dice el director del instituto Pablo Díez de Boñar, Augusto César González Robles, para añadir que sus alumnos han estado trabajando con motivo de la jornada de hoy en «lo que se ve y, sobre todo, lo que no se ve de la violencia contra la mujer», por lo que ha utilizado la imagen de un gran iceberg. «El acoso, el sufrimiento, el chantaje emocional o el control están ahí, pero forman parte de ese 89% del iceberg que está sumergido, que no se ve», concreta González Robles, profesor de Matemáticas quien aprovecha las horas de Estadística para, con datos relativos a esta problemática, seguir concienciando a sus alumnos.
En el Instituto Antonio García Bellido de León también son muy activos en su lucha para combatir este problema social. Hoy , llenarán el centro de pajaritas de papel naranja, cada una con un mensaje, para seguir concienciando. Una iniciativa que se enmarca en la campaña lanzada por la ONU a nivel mundial, como señala la jefa de Estudios, Giovanna García Castrillo.
La violencia contra la mujer se aborda de forma transversal en los centros educativos, en las diferentes asignaturas en función de sus contenidos. Las tutorías que realizan los docentes con sus grupos son, como señalan desde el Pablo Díez y el Antonio García Bellido, un buen espacio para abordar el tema, teniendo en cuenta que es, precisamente en el instituto, donde los jóvenes inician sus relaciones sentimentales.
«Ahora hay cosas más invisibles que se normalizan, como el control del móvil, que la chica asume sin darse cuenta», explican los docentes, para contar que a algunos jóvenes aún les cuesta asumir órdenes de una mujer, de sus profesoras, en este caso, o que es habitual escuchar por los pasillos «te comía entera o menudo culo, expresiones que a ellos les suenan tan normales». Por eso inciden mucho en el lenguaje de los jóvenes y abordan la violencia contra la mujer tanto con los alumnos, como con las propias alumnas.
Un instituto de Turquía, que participó con el Pablo Díez en un programa Erasmus+ ha pedido «apoyo» al centro de Boñar para seguir trabajando en Hombres y mujeres: diferentes, pero iguales, como el programa de intercambio europeo en el que ambos participaron.
Hoy el García Bellido, tendrá un recreo poético, organizado por el Club de Poesía del centro, en el que los alumnos leerán obras escritas por mujeres y en el Pablo Díez de Boñar ahondarán gracias a su iceberg en todo lo que no se ve de la violencia contra las mujeres. Así, seguirán trabajando como ya llevan haciendo en lo que va de curso, donde han identificado canciones sexistas, vídeos que hacen visibles la violencia, los derechos de la mujer a través de su evolución, visionado que abordan el tema o la lectura de los nombres de las mujeres que han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas en lo que va de año, «lo que les impacto mucho», apuntó González Robles, quien señala: «Esto sólo se resuelve con educación, con la educación de toda la sociedad, desde abajo a arriba, para erradicar ese cliché de que las mujeres son inferiores. Tenemos que educar día a día para acabar con ello».