«Fueron las asociaciones feministas quienes nos pusieron en el camino»
Considera que las asociaciones feministas han tenido mucho que ver en el impulso inicial que recibió la lucha contra la violencia machista. Ensalza la unidad de acción de las administraciones y de los efectivos policiales. Pero sobre todo resalta una cruda realidad: «Todavía queda mucho por hacer».
—¿Cuál es el principal logro de este año?
—Que todas las administraciones hayamos llegado al acuerdo de realizar un acto conjunto. Es bueno que la ciudadanía perciba que aquí no hay colores políticos, que es de todos los que nos precedieron y de los que vendrán. Hay que visualizar que estamos coordinados. Y otro salto cualitativo es superar el término ‘Violencia de género’ para convertirlo en ‘Violencia sobre la mujer’. Es la violencia contra una mujer por el mero hecho de serlo, independientemente de que sea trata, agresión o mutilación.
—De hecho, estadísticamente se va a contabilizar así a partir de enero ¿no?
—Efectivamente, se contablizará la violencia, no solamente que se haya cometido por la pareja o expareja.
—¿Hay visos de mejoría en el panorama?
—Yo creo que no, que el segundo semestre va a ser incluso peor. No hay datos que lo avalen, pero es una sensación que tengo yo.
—¿Por algún motivo en especial?
—No, no lo achaco a nada en particular. He observado que ha aumentado significativamente el número de denuncias.
—¿Qué importancia concede a las asociaciones feministas en este periplo?
— Los movimientos feministas son claves y fueron pioneros. Son el aldabonazo que nos está recordando constantemente el problema. Se ha avanzado mucho, pero queda mucho por hacer y las asociaciones feministas, aparte de eso hacen una labor de ayuda a las víctimas. Es ingente. Muchas veces hay víctimas que no saben qué hacer y orientan a estas mujeres a usar los servicios sociales. Otras veces la mujer se encuentra bloqueadas y las acompañan a denunciar, a acudir a las Comisarías o a la Guardia Civil, y para mí es fundamental.
—¿Cuál es su percepción actual del problema?
—Que estamos rompiendo tendencias. Hay denuncias que las presentan familiares, amigos, vecinos y demás que están acabando con el estigma de que estas cosas son problemas de pareja y que en ese tipo de cosas no hay que meterse. Esa percepción sí que la tenemos. Las administraciones y la sociedad debemos evolucionar para mejorar la cifra y la proporción de denuncias que se presentan. No lo digo en el sentido de evitar que las mujeres denuncien, sino que a veces están paralizadas, bloqueadas psicológicamente o con miedo por ellas o por sus hijos y hay que mejorar el porcentaje de denuncias.
—El clima político está enturbiado en esta cuestión. ¿Qué piensa de los partidos que niegan la existencia de la violencia machista?
—Afortunadamente solo hay una fuerza política con representación parlamentaria que lo niega y habla de violencia en general. Creo que el resto de las fuerzas políticas saben que existe esa violencia y aunque el arco político es amplio, los datos son tozudos. Casi el 100% de los casos de este tipo son protagonizados por hombres y casi el 100% de las víctimas son mujeres. No hay que identificar hombre con agresor, pero casi todos los agresores son hombres. A partir de ahí hemos de hacer una reflexión y que haya fuerzas políticas que discutan esto, no porque tengan una posición diferente, sino porque niegan los datos, pues no conlleva sino a confusión.