Educación no busca culpables porque entiende que fue «fortuito»
El director provincial de Educación en León, Santiago de Víu, no tiene voluntad de pedir responsabilidades a la adjudicataria de la obra de ampliación del colegio Antonio Valbuena porque entiende que se trata de «un accidente fortuito» y no de un defecto en la construcción del edificio. De Víu explicó tras conocer las conclusiones iniciales de sus técnicos que el desplome pudo ser consecuencia de la variación de las temperaturas y su efecto sobre los forjados de la techumbre, circunstancia que obligaría a la propietaria de las bovedillas a pagar el arreglo. Según él, ya ha mantenido contacto con sus técnicos para que realicen hoy una inspección sobre la estructura del edificio. «Ya está todo organizado y mañana [hoy] ya quedará resuelto», auguró. El responsable de Educación es partidario de que todas las aulas en las que se realizó la obra de ampliación hace tres años y medio -son nueve, aunque dos de ellas son anteriores- sean reforzadas con un nuevo techo de pladur, aunque este extremo está pendiente de los informes. De Víu alabó la ágil reacción de la profesora para vaciar el aula ante el evidente riesgo.