La mayoría de los internautas defiende el mantenimiento del casco antiguo como zona de copas

Fran analiza la situación de la siguiente forma: «Si somos 150.000 personas viviendo en León, cómo es que solamente por el Húmedo hay un 8% de la población de juerga, y de ese 8% más del 30% es gente que viene de la provincia y de otras ciudades. Hay que jo..., encima en su ciudad no salen y vienen a molestar a los vecinos». «No es la solución», titula Silvia su comentario. «Entiendo la postura de las personas que viven en el Húmedo, pues aguantar gritos y bullicio todos los fines de semana no es agradable». «La opción de trasladarnos a la periferia -añade- no es la solución, pues la mayoría de la gente sale al Húmedo andando desde sus casas. De la otra manera habría que moverse en coche, con más posibilidades de que haya accidentes. ¿Quieren que pase eso?». José Luis y su amigo dicen tener dos «chiringuitos» en el Húmedo, y después de varias, duras y pesadas negociaciones han tomado algunos acuerdos: van a subir el precoi de las copas un punto por encima del IPC; en solidaridad con los funcionarios, prometen rebajar su horario de trabajo a 35 horas semanales, con lo que el horario de apertura y cierre será de cinco horas semanales; servirán las copas previa petición en ventanilla del Registro Único y previo pago en un cajero, y su periodo vacacional será de 45 días al año, más los moscosos correspondientes. Conrado, de León, se pregunta: «¿Por qué no hay dinero para comprar la vivienda?». Le entristece «ver el futuro que se nos avecina». Respecto al reciente premio que ha recibido el Ayuntamiento de León por el diseño urbano de esta zona de la ciudad, Roberto G.B. sostiene que se trata de «otro engaño». «León está muy bonito -dice-, no lo discuto, pero el precio lo pagamos los leoneses con nuestros impuestos. Se necesita algo más que una plaza Mayor que parezca un circo o unos buzones comebasura; se necesita pensar en los leoneses creando puestos de trabajo». Ángel también opina sobre el galardón: «A pesar de todo, hoy el casco antiguo ha recibido un importante premio del que todos debemos sentirnos orgullosos, especialmente los que lo sostenemos con nuestra incondicional asiduidad. La solución no es el cierre ni el traslado, la solución es que se haga cumplir la normativa por la autoridad competente, que es la que más ha contribuido a esta situación con su ineficacia administrativa y policial». A María F.F. le causa mucha alucinación pensar que «quienes han poblado el Húmedo de bares quieran ahora renunciar a semejante pastel». Cree que este barrio es lo que es por la hostelería y afirma que el Ayuntamiento está confundido, por lo que hace una invitación: «En las urnas tenemos la oportunidad de reflejar tanta incompetencia e hipocresía de la que estamos más que saturados. Pongamos fin de una manera coherente en las elecciones, sin duda». Carlota Vilela, del Bierzo, envía su mensaje en gallego, que traducido viene a decir que se tenga en cuenta la gran cantidad de accidentes de tráfico que ocurren en el Bierzo durante el fin de semana y que salvar una vida bien se merece que se tomen medidas excepcionales para lo que ella entiende que es «una sangría semanal». Villadono dirige su comentario desde Burgos. Comenta que «por desgracia» es una de las muchas personas que se ha tenido que ir de León ante la inexistencia de expectativas laborales. «El Húmedo es lo mejor que tenemos, y no sabéis hasta qué punto se echa de menos». Añade que este barrio «siempre ha destacado por su alto grado de tolerancia, donde se encontraban los niños de León de toda la vida y los banaderos que bajaban a la feria de Santa Ana. Lo que no entiendo es el empeño de unos cuantos en irse ahora a vivir a este barrio, y encima pretender quedárselo para ellos solos. Cierren la hostelería y verán que solos y tristes se quedan». Otro hostelero propone una serie de medidas para solucionar el problema: «No dar más importancia a los horarios que a la ciudad de León y su futuro; el horario no es importante, sino que se deben vigilar las licencias, la insonorización, etcétera; que la policía haga su trabajo, y en vez de estar multando a los bares podría estar vigilando a los gamberros que vuelcan contenedores y vocean, y que el Ayuntamiento haga su trabajo y piense, porque el Húmedo no estaría tan saturado si no hubiera dado tantas licencias». Esteban es leonés, pero trabaja en Madrid. Considera que la ciudad es una privilegiada por «conservar el Húmedo de forma tan viva». «Si todos tuviéramos un poco de sentido común nadie tendrá nunca ningún problema», explica. Fran replica a varios comentarios expuestos en la web de Diario de León, y dice: «No creo que nadie pueda opinar lo que pasa en el Húmedo y otros lugares de León, mientras no sepa lo que es tener una zona de ambiente debajo de su casa». José no es de León, pero opina que el Barrio Húmedo es un lugar de encuentro para los habitantes de la ciudad, independientemente de su edad o condición social. Eduardo, leonés, reside en Vigo desde hace varios años. No le parece en absoluto razonable la solución que se quiere dar a este asunto. «El Húmedo es un símbolo leonés, y yo me enorgullezco cuando algún gallego me comenta que estuvo en León y visitó la zona de la cual salió encantado. Señores -dice a los políticos- no quieran solucionar un problema con remiendos y menos quitar de León su zona de más encanto». A José Luis, y a alguna gente más que él conoce, le parece que el Húmedo «es una de las peores zonas residenciales de León, si no la peor: no hay accesos en coche, pocas casas tienen cochera, no hay parques ni jardines ni plazas. Cada vez que tienes que hacer algo tan cotidiano como la compra tienes que acarrear bolsas desde no se sabe dónde». Uno de los planteamientos más extremos que se han recibido en los comentarios es el siguiente: «Piensen por un momento que un domingo por la mañana tiene que ser operado a corazón abierto, y casualmente el cirujano y todo su equipo vive en la zona del Húmedo. Ya es mucho suponer, pero la operación sale maly queda conectado a una máquina para el resto de su vida, es decir, muerto. ¿A quién deberíamos echar la culpa? A los médicos, a los establecimientos del Húmedo o al equipo de gobierno que ha permitido la apertura de locales». Dani apuesta por que el barrio «siga siendo un lugar de ambiente, de tapeo, de copas, como lo ha sido siempre. No tiene sentido querer cambiar algo qu eha sido típico y que genera beneficio a la ciudad. En lo que sí debe involucrarse en serio el Ayuntamiento es en hacer respetar los horarios, que haya una vigilancia policial y que se hagan cumplir sin concesiones. Los vecinos tienen derecho a poder descansar, pero también deben tolerar que los bares estén donde han estado siempre». Juan, de León, dice que daría máxima prioridad a los bares de tapas frente a los de copas. «Para ello hay zonas más adecuadas», apunta. Mapercar dice ser un «sufridor» de las largas noches del Barrio Húmedo y pide al Ayuntamiento «que intervenga de verdad y se abstenga de querer quedar bien con todos sin hacer nada». José María envía su comentario desde Mar de Plata, en Argentina: «Nunca es tarde para enderezar lo que está mal, pero el que vive ahí ya sabía qué es lo que se encuentra, y los hosteleros lo que pueden ofrecer al turista». El análisis de Willy es el siguiente: «Todavía recuerdo que el Ayuntamiento, en aras de una determinada normativa, impedía la ubicación de ciertos establecimientos de hostelería a menos de una determinada distancia de otros. ¿Cuándo se ha llevado a cabo? ¿A quién ha beneficiado? Seguramente se solicitó alguna vez por el poderoso al que molestaba cierta competencia. Estamos viendo que las normas se hacen a la ligera, sin pensar en las consecuencias. ¿Es necesaria una opinión popular para este tema? Yo creo que lo que hacen falta son estudios rigurosos, llevados a cabo por profesionales eficaces, no dirigidos por la clase política, que muchas veces parece que se deja embaucar por determinadas influencias de dudosa imparcialidad. ¿Lo que se pretende es desahogar el Húmedo? Todavía recuerdo los años locos del desaparecido Oasis y más atras el Universal. Estaban apartados, alejados y no consiguieron nunca mermar el Húmedo. Este singular Barrio no puede desaparecer más que por la acción del cierre total de sus establecimientos. No puede desaparecer su actividad. La ha permitido y autorizado el Ayuntamiento. Ahora es el propio Ayuntamiento el que no puede vivir sin él». A Juan, de León, el Húmedo le da «asco». «Detesto ver locales que antes eran comercios ahora convertidos en bares y pubs cutres. Hay que ser más profesional y no ir al dinero fácil y rápido o todos acabaremos de camareros». Roberto dirige un mensaje a los pilotos del Eurofighter: «¡Oye!, que no vengáis, que León se cerró. PD: Aunque seguro que no ibais a venir». También da una primicia informativa: