Los niños del Valbuena regresan hoy a las clases en 9 aulas del centro

Hay división de opiniones entre los padres de los niños que asistían al parvulario del colegio Antonio Valbuena sobre si sería conveniente o no poner una denuncia a la empresa que distribuyó las bovedillas que formaban el techo que se desplomó el pasado 12 de noviembre en una de las aulas. De momento, no se ha interpuesto ninguna acusación, aunque una de las madres comenta que todavía es algo que tienen que valorar entre todos los padres. Los niños, que habían tenido que quedarse en su casa durante ocho días, comenzarán hoy las clases en las nueve aulas que se han habilitado en el edificio central del Colegio Antonio Valbuena. Al parvulario, un edificio independiente del principal, asistían 200 escolares que dejaron de asistir a clase el mismo día en el que el techo de una de las aulas, en la que estaban 24 niños, se desprendió. Las edades de los pequeños, que acudían a clase en el edificio anexo, va de los tres a los cinco años. Según ha informado una de las madres cuya hija asiste al centro, las obras «van por buen camino». Esta madre también ha asegurado que algunos de los padres que tienen conocimientos sobre la construcción se han acercado al parvulario para comprobar el desarrollo de las obras y han dado su visto bueno. Los padres reclamaban que las bovedillas que formaban parte del techo fueran picadas y sustituidas y según esta madre, los obreros están procediendo a ello. Las últimas informaciones que han recibido los padres les anuncian que las obras de remodelación del edificio del parvulario estarán listas en tres semanas, aunque algunos piensan que como toda obra, el tiempo se alargará, «probablemente hasta después de Navidades», anunció esta madre. Algunos padres se quejan de la poca preocupación de otros, que no han acudido al centro para interesarse por el proceso de las obras. Lo ocurrido el pasado 12 de noviembre, cuando la rápida actuación de una profesora evitó que ninguno de los 24 niños sufriera ningún tipo de lesión, tiene precedentes en la ciudad de León. En 1995 también se desprendió parte de uno de los techos del colegio Eras de Renueva, la empresa que había suministrado las bovedillas para la construcción es la misma que había intervenido en la ampliación del colegio Antonio Valbuena, hace tres años y medio.