Aniversario de la Carta Magna
Esperanza en un mañana luminoso
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, invita al optimismo «después del dolor por los jirones
«Este acto tiene un regusto especial puesto que se produce después del año de paréntesis, de vacío que provocó el azote de esta pandemia que sigue resistiendo sea dejarnos vivir en paz. Con el dolor por los jirones de vida que nos hemos dejado y con la esperanza puesta en un mañana luminoso, nos atrevemos tímidamente a empezar a celebrar lo que de verdad merece la pena», proclamó Virginia Barcones, delegada del Gobierno en Castilla y León, con motivo del acto de conmemoración del Día de la Constitución que en la autonomía se centralizó esta vez en León.
Con la asistencia de Eduardo Morán, presidente de la Diputación, José Antonio Diez, alcalde de la capital y Ester Muñoz, delegada de la Junta para León, Barcones glosó a «la gran carta magna que trajo de la mano un gran caudal de cordialidad y convivencia. Nuestra democracia descansaba sobre los pilares de esta norma suprema del ordenamiento jurídico español y sobre las instituciones que ella emanan».
«Por eso destaco», dijo «que es un acto conjunto de las instituciones que representan a los gobiernos de España, de la autonomía, al ayuntamiento de todos los ayuntamientos y al consistorio de León».
«Nuestra democracia y España merecen mucho la pena», aseguró. «Somos un gran país poblado por gente que sabe disfrutar de la vida, de gente que ha dado lo mejor de sí misma para saber salvar una situación que nos ha acercado al abismo, que ha llorado por los vacíos propios y próximos y que ha luchado codo con codo para que el caos no nos arrastre a pesar de las discrepancias. Precisamente la Constitución es la amalgama que ensambla todo lo diverso», proclamó la delegada del Gobierno.
Lourdes Rodríguez Rey, fiscal leonesa del Tribunal Supremo, leyó una ponencia sobre la Constitución y la defensa del interés social. «El instrumento más poderoso que la Constitución ha puesto al servicio de los ciudadanos y de las ciudadanas para reconocimiento de sus derechos e intereses es, precisamente, la justicia, o tal vez con una expresión más humilde, la administración de los tribunales».
«No, no es tarea fácil conocer la Justicia. San Isidoro», parafraseó, «que es patrón de nuestra Universidad, decía que la justicia, aplicando un criterio correcto, permite que se distribuya a cada cual lo suyo. A lo que se podía añadir en clave constitucional sí, dar a cada uno lo suyo, respetando la dignidad humana en la búsqueda del bien común».
«La pandemia», dijo, «nos ha planteado a todos enormes retos constitucionales. En la confrontación entre los derechos a la salud pública y los derechos a la libertad de movimiento, de reunión y de manifestación en el trágico periodo del confinamiento y de la vigencia de los estados de alarma. O en el conflicto latente entre el derecho fundamental a la libertad e integridad física propia y la integridad física y salud de los demás y que se plantea en temas tan actuales como la obligatoriedad de las vacunas. O en el desafío de la era digital en nuestra privacidad»
«La economía de los datos» y «la sociedad de la vigilancia» a la que aluden los pensadores, nos han pillado desprevenidos. ««Si la Constitución ha configurado al fiscal como el intérprete cotidiano del interés social, entonces, es preciso que perciba debidamente el latido que transmite la ciudadanía ante cada conflicto», afirmó la fiscal.