¿Y si en lugar del problema fueran la solución?
Con patrimonio y elevado poder adquisitivo, saludables y con ganas de consumir y viajar, las personas mayores son un nuevo motor económico
La ‘silver economy’ experimentará un incremento de al menos el 5% anual durante los próximos diez años en toda la Unión Europea, y creará hasta 88 millones de puestos de trabajo. Son las principales conclusiones de un informe encargado por la Comisión Europea sobre la aportación de las personas mayores a la actividad económica.
Es más: «Aquellos territorios que se adelanten a la conocida como economía plateada recogerán sus frutos». Porque los mayores españoles compran por internet y apenas acuden al médico; son ahorradores y optimistas sobre su futuro económico; se cuidan como nunca y acumulan un importante patrimonio y cada vez más ingresos. Tienen la intención de vivir muchos años en su hogar, aunque tendrán que adaptarlos a los procesos de dependencia. Apenas hay mayores desconectados y su ocio está vinculado a los restaurantes, comprar y el turismo». Son las conclusiones de un Barómetro del Consumidor Senior elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics, de la Fundación Mapfre.
Un trabajo que lamenta que el envejecimiento «se haya trasladado a la sociedad como una pesada carga», y haya olvidado que «España es uno de los países con mayor calidad de vida en el mundo».
Oportunidades
El informe pretende identificar las oportunidades de desarrollo económico y social asociadas al reto demográfico. «La generación de las canas tiene salud y calidad de vida para seguir aportando a la sociedad su talento, trabajo social y capacidad de consumo».
Por eso los expertos consideran llamativo que muchas empresas prefieran orientar su actividad hacia los jóvenes, «pese a la evidencia de que la capacidad de compra se sitúa mayoritariamente en la generación ‘silver’». Que debe convertirse en un motor de crecimiento.
Diez claves
El análisis de la dimensión económica del consumidor senior (aquí se centran especialmente en el colectivo entre 60 y 75 años, pero abarca desde los 55 a los 90) incide en que cuentan con un elevado poder adquisitivo. El 55% de ellos vive en hogares donde al menos dos personas aportan ingresos mensualmente. Y además el 90% vive en una vivienda de su propiedad, y un 74% de ellos ya no tiene préstamos ni hipotecas.
Más del 80% prefieren seguir viviendo en sus hogares, aunque no tienen la casa adaptada a las necesidades que la dependencia les irá generando. Y esa adaptación y domotización de los hogares es una oportunidad de negocio.
Por otro lado, disponen de capacidad de ahorro a pesar de la crisis. El 56% consigue ahorrar todos los meses, un 43% ahorra entre el 11 y el 30% de sus ingresos y el 13% supera el 30% de ahorro.
En cuanto a la dimensión social de este colectivo, el instituto de investigación destaca que «son tecnológicos». Un 78% utiliza la tecnología en su día a día, sobre todo los servicios de banca, el consumo y la comunicación.
Además «están preparados para vivir más y mejor. El 92% cuida su alimentación y un 77% realiza ejercicio habitualmente». Sólo un 17% visitan al médico una vez al mes.
Son un motor turístico
Uno de los factores que más destacan los estudios es que los mayores son un importantísimo motor del turismo. El 82% de ellos viaja, sobre todo a destinos culturales, de naturaleza o históricos, muy por encima de los baratos o cercanos.
De cara al futuro la alimentación, la vivienda y la tecnología son las tres partidas en las que siguen teniendo una mayor prioridad de gasto; y creen que este futuro económico será estable a pesar de las crisis o la pandemia. De hecho alimentación y ocio serán las actividades en las que más incrementen su gasto.