El miedo al covid provoca un aluvión de cancelaciones de cenas de empresa

El sector de la restauración cruza los dedos de cara a las navidades. La incertidumbre que todavía rodea a la pandemia, y el aumento de los contagios, ha provocado un aluvión de cancelaciones de las cenas y comidas de empresa que estaban cerradas desde noviembre.

Aguantan bien las de «ocho o diez personas», pero se han caído prácticamente todas las que superaban el medio centenar de comensales. Hace un mes los restaurantes de León apenas tenían mesas libres y auguraban un final de año mejor, incluso, que el de 2019, ajeno a las restricciones, pero la situación sanitaria ahora es completamente distinta y, aunque no hay limitaciones, más allá de la mascarilla y la distancia de seguridad, prevén una caída importante de la actividad en los restaurantes de mayor tamaño.

«Lo notamos mucho», lamenta Óscar Díez, propietario del Racimo de Oro, que ve muy difícil salvar las navidades. «Teníamos cuatro grupos de hasta setenta personas que se han anulado. Ocurre lo mismo con los de veinte. Nos quedaremos con mesas sueltas de ocho o diez personas», explica. Cree que esto puede ser la puntilla para muchos negocios después de un año y medio de altibajos porque a partir de enero viene la peor época para el turismo. Confía en que el próximo fin de semana sea bueno, aunque reconoce que el miedo no ayuda. Tampoco el bombardeo constante de información. «Si lo que se quería era vaciar los restaurantes lo han conseguido», lamenta.

Algo parecido ocurre en el Ezequiel de la calle Ancha. Reconocen desde las oficinas que la mayoría de las reservas para grupos grandes se han esfumado, aunque mantienen las «más pequeñas». Esperan que a pesar de este contratiempo las navidades sean buenas y el restaurante se llene. Lo mismo desean en el resto de establecimientos. No obstante hay locales que no han notado la virulencia de esta nueva ola. En la Bodega Regia aseguran que apenas han sufrido cancelaciones y que tienen «reservas de hasta cincuenta personas». Apuntan que en algunas ocasiones se ha reducido algo el número de comensales por miedo al virus, pero son casos aislados.

También espera unas «buenas navidades» Martín Méndez, el presidente de la asociación de hosteleros, quien recuerda que este sector en León es muy heterogéneo y que la mayoría de los establecimientos no dan este tipo de servicios. «Esperamos que las fiestas sean positivas si la situación sigue como hasta ahora. La Junta ya ha dicho que no habrá restricciones», apuntó el representante del sector, uno de los más castigados por la pandemia, que ha trabajado «muy bien» desde el verano. «La gente está con ganas», subrayó Martín Méndez, quien añadió que los encuentros de amigos, las copas o las cenas podrán celebrarse sin problemas si no hay un repunte de los contagios que obligue a la administración a tomar medidas más drásticas.

«Estamos preocupados por los contagios y expectantes porque es imposible adivinar qué puede pasar. Es cierto que los grandes restaurantes están teniendo problemas con las cenas, pero en general la Navidad se podrá celebrar sin grandes problemas. La hostelería de León es muy diversa», señaló su portavoz.