PATRIMONIO EN RUINA
Las cosas de palacio van despacio
La gélida mañana de ayer no evitó la presencia de curiosos en las obras de clausura del entorno del palacio de Don Gutierre. «En casa de mi cuñado el de Alicante pasó lo mismo, sólo quedó fachada oye, y con diez millones lo a
Son los vecinos, comerciantes y hosteleros del Barrio Húmedo sobre los que ahora pesa un sentimiento de preocupación acerca del estado de conservación del patrimonio cultural y sus edificios aledaños. «No existe ninguna gana de ponerse manos a la obra y conseguir que este barrio deje de estar en la situación en la que está. Es vergonzoso que ocurra algo así con algo que es patrimonio, sobre todo después de la que liaron para quitar el edificio a los gitanos». Así expresaba ayer abiertamente su opinión una vieja vecina del Barrio Húmedo, desde cuyo balcón se divisa la penosa situación en la que se encuentra ahora el palacio de Don Gutierre. A mediodía participaba en uno de los corrillos que se habían formado en el entorno de esta edificación mientras un grupo de trabajadores acordonaba la zona primero y después colocaba el vallado para evitar el paso de transeúntes ante la amenaza de ruina. Los comentarios recogidos por este periódico en la zona vienen a defender las conclusiones de un estudio socioeconómico realizado por la Universidad de León, con cargo a los fondos del Plan Piloto Urbano. Este informe revela que de los 424 edificios que hay en la zona vieja (1.398 plantas y 1.723 viviendas), sólo una tercera parte se encuentra en buena situación. Las características sociales y estructurales de algunos inmuebles obligan a los autores del informe a hablar del fenómeno de la infravivienda, ese que se produce cuando se detecta la presencia de edificios ruinosos en los que viven familias, casi siempre grupos marginales o marginados. En la mayor parte de los casos, este tipo de residencias no cumplen unas condiciones de habitabilidad mínimas. Según el mismo estudio, en el 25% de los edificios del Barrio Húmedo se observa este fenómeno, mientras que todavía un 1,5% de los hogares no tienen luz ni ventilación suficientes, caso de muchos semisótanos. Por su parte, el Ayuntamiento de León mantiene abiertos una treintena de expedientes de ruina en viviendas de la capital, varias de ellas habitadas y en muchos casos a la espera de que una decisión judicial ordene el desalojo. El nuevo Plan General de Ordenacion Urbana (PGOU) prevé inspecciones obligatorias para los edificios de más de 20 años, una ITV que se tendrá que empezar a pasar a partir del año que viene. «Se nos cae el futuro y ahora el pasado», sentencian en la plaza.