Villaquilambre da el carpetazo definitivo a la planta de biomasa
El Ayuntamiento devuelve 191.000 € a Somacyl al frustrarse la obra
Villaquilambre zanjó ayer uno de los episodios más controvertidos de su historia reciente, al poner punto y final al proyecto impulsado por Somacyl de construir una planta de biomasa en el municipio. La iniciativa se dio a conocer en 2017, tras el fiasco de instalar la central de calor en León ciudad, en el entorno de Cantamilanos.
La Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de CyL buscó entonces una ubicación cercana y logró un acuerdo con la junta vecinal de Navatejera para adquirir 5,3 hectáreas de terreno por 50.000 euros y varias mejoras para la localidad, entre ellas, aportar calefacción y agua caliente al Polideportivo.
Sin embargo, como ocurrió en la capital, la contestación social fue en aumento y se llegaron a presentar 3.200 alegaciones y firmas contra la planta de biomasa. El asunto valió incluso un gobierno. El 14 de junio de 2019, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, sacrificó por escrito el proyecto de biomasa en Navatejera para sellar el pacto político de Villaquilambre que logró aupar a la Alcaldía a Manuel García. Un acuerdo, junto con la construcción del instituto y el macro centro de salud, que sirvió de pegamento al cuatripartito de PP-Cs-UPL y Vive Villaquilambre y que supuso de hecho la paralización de las obras, valoradas en 18 millones.
Somacyl había invertido ya medio millón de euros en licencias y tuberías. El 25 de junio de ese mismo año, el Pleno de Villaquilambre aprobó con los votos a favor de todas los grupos excepto el PSOE, que se abstuvo, una moción en la que se solicitaba a la Sociedad «la renuncia a la tramitación de los expedientes que en esos momentos se encontraban en el Ayuntamiento». El TSJ dio la puntilla en febrero de este año al proyecto al anular la venta de las 5,3 hectáreas de terreno donde se iba a levantar la planta. Así que quedaba el fleco económico de devolver el impuesto de construcción (Icio) a Somacyl para que este organismo desistiera públicamente del proyecto.
Ese trámite se produjo ayer. La Junta de Gobierno Local de Villaquilambre aprobó entregar los 191.000 euros estimados del impuesto a la Sociedad por frustrarse la construcción de la planta de biomasa por razones ajenas a los promotores.
El concejal de Vive Villaquilambre, Ricardo de Dios, una agrupación nacida con el principal objetivo de paralizar la planta de biomasa, valoró el paso dado por la Junta de Gobierno. «Quiero mostrar mi satisfacción en mi doble vertiente de edil y vecino, ya que deja zanjada definitivamente la instalación de la planta de Biomasa en una ubicación que no era la adecuada para preservar la salud de los vecinos. Agradezco el esfuerzo de Afubiona, los vecinos y la propia Agrupación».
Así que la biomasa, ese conjunto de astillas que generan un calor más limpio que el gas y el gasóil, no acaba de encajar en León. La planta de 18 millones de euros que evitaría la llegada de 53.000 toneladas de dióxido de carbono al aire que respiran los leoneses caminó de trompicón en trompicón durante cinco años y la Consejería de Fomento ya indicó que desiste de buscar nuevas alternativas, en principio, aunque Europa aporta fondos para impulsar estas redes de calor «no contaminante».