El PP niega el seguro laboral a los jóvenes investigadores

Los casi 200 jóvenes investigadores de la Universidad de León que no tienen contratos y que trabajan en condiciones precarias no estarán incluidos en el Régimen General de la Seguridad Social después de que el PP afirmara en la Cámara Baja que es innecesaria la reforma de la Ley que regula este aspecto. Así, el PP votó en contra de la iniciativa del PSOE e IU que pedían la modificación del artículo 27 del texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, de modo que los becarios que desarrollen trabajos de investigación disfruten de las mismas prestaciones sociales que los que están contratados. Los becarios de investigación llevan años intentando regular su situación laboral que carece de cobertura social y de las prestaciones que reciben el resto de trabajadores, a pesar de que son el colectivo que realiza la mayor parte de los trabajos de investigación. Sin embargo, los ingresos que perciben sí están sujetos a la retención del IRPF aunque no son considerados como trabajadores. Mientras tanto el Gobierno tiene ya avanzada la redacción del Estatuto del Becario en el que se delimitará esta figura. Sin embargo, los jóvenes investigadores ya han mostrado su oposición a alguno de los puntos de este borrador en el que se no se les reconoce como trabajadores sino como personal de formación. Por otro lado, algunas comunidades autónomas ya han regulado la situación de los becarios de investigación predoctorales y postdoctorales, entre ellas, Asturias, Aragón, Canarias, Andalucia y Extremadura. Por tanto, las únicas universidades que disponen de regulación son las que se encuentran en estos lugares lo que deja importantes lagunas. A pesar de la precariedad en la que desempeñan la labor investigadora, un estudio realizado por la Federación de Jóvenes Investigadores, revela que son muchas sus responsabilidades. Así, este colectivo aporta casi la mitad de las contribuciones científicas del año y cada uno de ello firma una media de dos artículos científicos. Precisamente esta situación es la que provoca que muchos de los decidan realizar este periodo de formación en otro país, lo que se conoce como «fuga de cerebros».