Las tasas se pagan en función de las emisiones de CO2
La nueva legislación comunitaria supuso un incremento del precio de los vehículos en España, debido a que el impuesto de matriculación está ligado directamente a las emisiones de dióxido de carbono de los automóviles.
Con el ciclo NEDC, la mayoría de los coches vendidos en el mercado nacional no pagaban esta tasa, ya que emitían menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. Tras el endurecimiento de la normativa de emisiones muchos automóviles saltaron de tramo y pasaron a pagar un 4,75% de impuesto de matriculación, emisiones entre 121 y 159 gramos/kilómetro.
Lo mismo sucedió en el resto de escalones de dicho impuesto. Los coches que emitiesen entre 160 y 200 gramos de CO2 debían abonar un 9,75% en este concepto, mientras que los que superaban esta cifra, un 14,75%.