Y un muro de tres metros para escoltar el paso del tren
El tren sin soterrar deja una estela insalvable para los vecinos de Trobajo, que es extensible y tiene efectos para todo el área metropolitana de León que convive en el ala oeste de la capital leonesa. Tres metros de muro en todo el recorrido hasta que el ferrocarril deja de lado el área urbanizada y habitada de San Andrés. El muro blinda al tren de alta velocidad que discurre en superficie; el muro enfatiza la valla actual, que perfilaba el tren convencional. El muro agrava las dos orillas de Trobajo del Camino, del municipio de San Andrés, de esa esquina suelta con el municipio de León que comparte las aristas de La Sal, Paraíso Cantinas y el Barrio de la Vega. La plataforma por el soterramiento maneja una estrategia de defensa del municipio basada en las promesas y los planes destinados a meter bajo tierra el tren a su salida norte de León frente al desarrollo de unas actuaciones que no tienen nada que ver con lo prometido hace dos décadas. El resultado comienza a saltar ya a la vista en las inmediaciones del paso de la factoría de Miguélez, donde se cose con puntos de soldadura la plataforma peatonal a las peanas colocadas en verano, que deja una estructura de complicado acceso por la elevación y las rampas dispuestas y que coloca entre Trobajo y León el modelo descartado en la calle Quebrantos, que dada del último cuarto del pasado siglo.