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Los llantos de un niño de dos años salvan la vida a su abuela en León

La madre del niño actuó con rapidez al escucharle llorar persistentemente tras la puerta de casa, cerrada con llave, pidiendo la intervención de la Policía Nacional. Los agentes evitaron una desgracia mayor, tras reanimar a la abuela, que se encontraba seminconsciente

La rápida actuación de la Policía Nacional evitó un mal mayor. DL

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León

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El Centro Inteligente de Mando Comunicación y Control del 091 de la Policía Nacional de León recibió ayer la llamada de auxilio de una mujer en la que requería presencia policial urgente ya que su madre no respondía a sus llamadas ni abría la puerta del domicilio y podía oír cómo en el interior de la vivienda su hijo menor de dos años no dejaba de llorar, temiendo que hubiese pasado algo grave.

Con la máxima premura un indicativo de atención al ciudadano se dirige al lugar comprobando que la puerta de la vivienda se encontraba cerrada con llave y se oía llorar incesantemente a un niño en el interior de la misma.

Recabada toda información precisa por parte de la alertante sobre el delicado estado de salud de su madre, quien en el día de ayer había sufrido una crisis hipoglucemia y que a pesar de no encontrarse muy bien no tuvo más remedio que dejarle a su cuidado al bebe ya que su otro hijo pequeño está ingresado en el hospital y debía pasar la noche con él, la dotación policial procedió a franquear la puerta comprobando cómo en el interior de la misma, en una de las habitaciones, se encontraba la mujer en estado seminconsciente y con el pulso muy débil, sin ofrecer respuesta a estímulos y con una visible rigidez en algunas partes de su cuerpo. Por su parte el menor, se encontraba bien y no requirió asistencia médica urgente.

Desde CIMACC-091 se envió inmediatamente una ambulancia al lugar de los hechos, si bien hasta la llegada de la misma los agentes y siguiendo instrucciones telefónicas del personal sanitario, comenzaron la reanimación de la mujer, colocándola en posición lateral de seguridad, comprobando con un glucómetro el bajo nivel que la misma presentaba y a falta de otro recurso más preciso en el lugar le administraron una solución de agua y azúcar bajo la lengua.

Con la oportuna y eficaz realización de esa primera asistencia consiguieron que progresivamente comenzara a recuperar poco a poco la consciencia hasta la personación de los sanitarios a los cuales trasladan las maniobras de auxilio practicadas con las que se consiguió estabilizar a la mujer hasta su trasladado al Hospital universitario de León.