Operadores portugueses de tren, navieras turcas y mercancías
La idea de convertir a Medina del Campo en un emporio de mercancías y logística no necesitó del refuerzo de la vía de alta velocidad Madrid-Orense; antes, la densidad de circulaciones de mercancías por este cauce, ya ejercía de profecía para hacer ver que la afluencia del noroeste con la que soñaba León se iba a quedar sin materia prima; sin inversiones y sin actividad. Una vuelta por el pasillo del ferrocarril en Medina del Campo confirma hoy todas esas expectativas. Las frustradas de León; las saciadas de Valladolid —envuelta ahora en una transformación sin precedentes del ferrocarril español, con variantes, circunvalación, bypass (la famosa U de Olmedo), parques agroalimentarios y talleres de mantenimiento— y la ciudad medinense.
Cualquier convoy de mercancías que transcurra por la vía convencional con origen y destino en el noroeste, en León, comparte en Medina cruces con las cuatro composiciones de papeleros, los cuatros trenes con varillas de Transfesa, dos operados por la compañía Medway,
Algunas de esas marcas motrices pertenecen al mismo grupo empresarial turco que controla y administra el puerto de Leixoes, la naviera que es capaz de hacer confluir en la costa portuguesa norte 20 millones de toneladas al año, una parte nimia de los seis millones de Teus que hace circular el grupo por los mares del Mundo, el promotor del tierra adentro de ese muelle llegue al corazón de Castilla en vez de a la puerta del Noroeste para administrar la expansión por el continente. Añadido al conglomerado que actúa ya como foco de reclamo de más inversión en la zona, la industria y las iniciativas subsidiaras de la actividad del ferrocarril, que llega a ser febril en algunas horas del día, en ese embudo de Medina que multiplica por tres los trayectos posibles hacia el norte o el oeste de la península. Un taller, Gestión de Material Ferroviario, GMF dedicado a mantenimiento de trenes de una compañía privada. Tal y como prometieron hace más de un responsables territoriales del operador público para la capital leonesa, pero en Medina del Campo, también. En ese enclave se pueden observar las flamantes 256 de Captrain, el modelo que Renfe compró para operar con las mercancías en la Variante, entre León y Asturias. Todo lo que estaba planificado en Torneros adquiere velocidad de crucero en la ciudad castellana. Un punto de primer nivel, mientras, el proyecto leonés no llega ni a hormigón.