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Sucesos

El crimen de Obispo Almarcha: ¿De dónde sacó el asesino confeso 3.000 euros?

La instrucción le atribuye cargos por asesinato y robo con violencia o intimidación

Portal del inmueble en el que ocurrieron los hechos. RAMIRO

León

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El autor confesó del crimen de Obispo Almarcha, encarcelado desde la semana pasada, se enfrenta a penas de prisión que pueden rondar los 25 años, a la vista de la determinación del ministerio fiscal, que instruye las diligencias por dos delitos, uno de asesinato y de otro robo con violencia o intimidación. A la luz del ensañamiento con el que el autor del crimen atacó a la víctima y visto el resultado de la autopsia, es probable que se opte por una pena especialmente alta en la horquilla del asesinato, que va de los 20 a los 25 años de prisión.

Otra cuestión es la consideración que reciba el robo con violencia o intimidación, para el cual serán determinantes las diligencias que todavía están por practicar.

En este punto concreto de la investigación, el sospechoso y su entorno aseguran que los hechos siguieron dos visas diferentes.

El autor confeso del crimen refirió a su esposa que el dinero (unos 3.000 euros) se lo había encontrado en el asiento de un coche con la ventanilla abierta, aparcado en la calle durante el confinamiento y su cónyuge aseguró ante la policía que llevaba un tiempo planteándose la posibilidad de robar a la fallecida.

La semana en curso se abrirá a nuevas diligencias judiciales. Está previsto que los vecinos que fueron interrogados en su día por el Cuerpo Nacional de Policía pasen por las dependencias del Juzgado de Instrucción número 1 de León. Lo hacen para corroborar en sede judicial lo que dijeron en sede policial y sobre todo para tratar de indagar en la posibilidad de que el vecino encausado por encubrimiento haya aportado versiones que no se sostengan y sean diferentes a la realidad.

Todo apunta a que el juicio que pudiera abrirse al término de la instrucción de la causa se celebre ajeno al marco del Tribunal del Jurado. Pese a la trascendencia mediática que ha tenido el caso, el hecho de que haya dos presuntos delitos diferentes cerraría en principio esa posibilidad, aunque todo queda en manos del criterio de la fiscalía y del instructor de la causa.

El crimen del barrio de La Sal, por ejemplo, se juzgó con un jurado popular y sin embargo también concurría más de un delito a juzgar.

La operación no se da por cerrada a nivel policial y no se descarta que pudieran producirse nuevas detenciones, aunque a este respecto, nada ha trascendido. Ya no existe secreto sumarial en la causa.