Comunicaciones
El último remiendo a la vieja vía entre León y Asturias
Avanza la renovación de raíles y traviesas en la traza que jubilará la apertura de la Variante
Será el penúltimo alicatado de la vieja vía; la rampa de Pajares, la conexión ferroviaria que contempla la historia del ferrocarril a través de tres siglos. Los operarios de Adif trabajan en los remates sobre las deficiencias del trazado, que salpican el trazado de la conexión entre León y Asturias de limitaciones. Hay una actividad notable ya en este curso, para tratar de acabar con los recortes de velocidad impuestos por motivos de seguridad, por el deficiente estado de la vía, que eternizan los trayectos de tren entre León y el Principado.
Hay zonas en las que desde el pasado verano no es posible superar el límite de treinta kilómetros por hora; hay trechos extendidos en los que esa limitación se encadena por más de treinta kilómetros.
Los operadores ferroviarios, sus empleados, el colectivo de maquinistas, principalmente, clamaron durante meses para conseguir que Adif apuntalara los defectos estructurales que han llevado a esta situación, que ahora se trata de arreglar. Hay tramos en los que las pilas de nuevas traviesas hacen suponer que la vía, la vieja vía entre León y Asturias, está fase de reforma integral. No es el objeto de la intervención, que se asemeja más a una operación quirúrgica que a un efecto de paliativos. Que será el resultado final del cambio.
Faltas estructurales
Porque esta que se aplica en las últimas semanas se antoja la última reparación para esta traza. Porque no habrá tiempo para la siguiente.
El ferrocarril convencional entre la provincia leonesa y Asturias está llamado a convertirse en la próxima conexión de León en entrar en vía muerta.
La fecha de caducidad del enlace será la de la apertura de los túneles de la Variante, que no debería superar en muchos meses el calendario de 2023, según estimaron fuentes gubernamentales, que hablan con certeza de esa efeméride.
No habrá más trenes por esta vía; en contra de los planes que tenía el anterior Gobierno para esta traza, en la que llegó a programar una reforma integral para salvar el paso de mercancías, además de asegurar y blindar la conexión León-Asturias en caso de una catástrofe u otra clase de imprevisto en el interior de la galerías.
La sección de nuevas traviesas en la vieja vía es coser remiendos en un vestido que se colgará en un armario en cuestión de meses, porque el Gobierno socialista eligió la opción contraria a la que durante años defendió la derecha: la vía vieja se cierra. Los trenes recuperarán de forma progresiva los límites de velocidad racionales que permitirán a los enlaces de viajeros ajustar a horarios más competitivos un Gijón-León, ahora atrapado entre tramos deficientes en la cuenca del Bernesga y en la rampa de Pajares.