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Memoria histórica

La memoria rompe el silencio en Villadangos

En Villadangos se buscan las fosas de los 70 hombres y una mujer que fueron fusilados de forma extrajudicial en el monte después del golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Son los que constan como enterrados en el cementerio en el Registro Civil y en la memoria silenciada hasta ahora.

Búsqueda, esta mañana, de represaliaros de 1936 en Villadangos del Páramo. RAMIRO

León

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El silencio del cementerio de Villadangos del Páramo se ha roto está mañana por el ruido ensordecedor de la retroexcavadora y el martillo neumático.

Con estas herramientas, y pico y pala, el voluntariado de la ARMH (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica) parte la capa de hormigón , de más de 40 cm., en las tres zonas señaladas en busca de la fosa de los represaliados de 1936 .

"Estamos rompiendo el silencio", comenta Pablo Juárez, sobrino nieto de Rufino Juárez Fernández, labrador y presidente de la Junta vecinal de Vegas del Condado en 1936 y fusilado en octubre de aquel año.

En Villadangos se buscan las fosas de los 70 hombres y una mujer que fueron fusilados de forma extrajudicial en el monte después del golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Son los que constan como enterrados en el cementerio en el Registro Civil y en la memoria silenciada hasta ahora.

Para las familias es "un momento emocionante" de lo que consideran " una obligación ética". "Es triste que se haya  esperado tanto", dice el sobrino nieto de Rufino.

La ARMH busca la referencia del muro de la antigua del cementerio en la zona señalada , "cumpliendo a rajatabla el proyecto de intervención", asegura su vicepresidente, Marco González.

Algunos vecinos de Villadangos se han acercado a seguir de cerca los trabajos y apoyar a los familiares. "La madre de mi esposa, Rosalía Pérez Cabero, que era una niña, iba con el carro a recoger los cadáveres con su padre", comenta José María, vecino de la localidad. Cuando se enteraron de que la asociación quería buscar la fosa "enseguida dijimos hay que apoyar a esta gente". 

"Ha sido muy importante encontrar gente en el pueblo que nos apoye", añade Susanna Toral, nieta del maestro de Villaornate Tomás Toral Casado, natural de Valderas, que fue detenido el 10 de octubre y fue asesinado en el monte de Villadangos.

 El apoyo que hay hoy en Villadangos contrasta con la imagen que le quedó hace 16 años cuando visitó el pueblo y preguntó por los fusilados. "De eso aquí no se habla", le dijeron. "Hoy estamos asistiendo a un cambio del cien por cien, si además encontramos algo, sería ya lo más...pero eso no está en nuestras manos".

La incertidumbre planea por debajo del ruido de las máquinas. Pero la certeza y la satisfacción de que "ya les hemos sacado a la luz" , afirma Pilar González, sobrina de uno de los represaliados, Epifanio González, de Mansilla de las Mulas.

 Al cementerio de Villadangos están llegando muestras de apoyo desde distintos puntos de España. Un taxista de León, Diego Bayón, se ha ofrecido para realizar traslados.