Protesta
Los sindicatos iniciarán en mayo paros para acabar en una gran huelga general por León
Los comités provinciales de UGT y CC OO aprueban el inicio de las movilizaciones frente al Gobierno y la Junta
León volverá sobre las huellas del 16 de mayo de 1991. Cuando se cumplan 31 años de la histórica huelga general que paralizó la provincia para alertar de su marginación y la necesidad de reindustrializarla, los sindicatos comenzarán la estrategia con la quieren que la ciudadanía se movilice para exigir al Gobierno central y la Junta que cumplan con las inversiones en infraestructuras que se demandan desde hace años. No valdrán las promesas.
Los agentes sociales programan un calendario de movilizaciones que comience con un primer paro simbólico a finales de mayo, y la consiguiente marcha incluida, al que sucedan más en meses posteriores. El objetivo de CC OO y UGT, en el que coinciden las patronales de empresarios y se buscará implicar en las próximas semanas a los colectivos sociales, pasa por calentar la calle para que ejerza presión sobre el Gobierno y la Junta con el otoño como horizonte. Si entonces, en sus correspondientes presupuestos para 2023, no aparecen las partidas necesarias para la efectiva construcción de las infraestructuras demandadas desde hace año, el plan marca la convocatoria de una huelga general y una gran manifestación como la que entonces congregó a más de 20.000 personas y paralizó la actividad de buena parte de las comarcas leonesas hace ahora tres décadas.
Entonces, el error estuvo en no continuar, como coinciden en analizar los sindicatos. En 1991, el movimiento quedó anulado por la convocatoria de la primera Mesa por León. La iniciativa para la creación la promovió José Luis Rodríguez Zapatero, que en ese momento lideraba al PSOE provincial, como salida para justificar que fue el único partido que no se unió a la manifestación para cubrir la presidencia del Gobierno de Felipe González. Esta vez, al contrario de lo que sucedió en aquella primavera de los albores de los 90, la ausencia de resultados de la segunda Mesa por León alimenta el descontento que, hace dos años, movilizó a 15.000 personas en la calle para exigir un horizonte de reindustrilización ante una pirámide demográfica que pierde base y se achata por el centro con la merma de una media de 5.000 habitantes anuales.
La ausencia de resultados de la Mesa por León, con la que el secretario provincial de los socialistas leoneses, Javier Alfonso Cendón, quiso emular la estrategia de su referente, José Luis Rodríguez Zapatero, se exhibe ahora como combustible para calentar la calle. Los sindicatos participaron en su gestación y exigieron una Agencia de Desarrollo como instrumento de gestión, pero se han encontrado con que apenas hay más frutos que la labor en solitario de la directora, Humildad Rodríguez Otero.
Acuerdo orgánico
El análisis del fracaso lo comparten las ejecutivas de los dos sindicatos mayoritarios, que ayer mismo respaldaron las estrategias de sus respectivas direcciones provinciales para avanzar en el calendario de movilizaciones. La decisión la suscribieron sin fisuras en el consejo citado por la mañana las cuatro ramas en las que se divide el organigrama de la Unión General de Trabajadores: la Unión de Servicios Públicos, las federaciones de Industria, Construcción y Agroalimentación, y de Servicios, Movilidad y Consumo, y la Unión de Jubilados y Pensionistas. Al mismo tiempo, en CC OO se suscribió el plan por parte de las siete federaciones del comité provincial: Hábitat, Industria, Servicios a la Ciudadanía, Servicios, Enseñanza, Sanidad y Pensionistas.
La postura de las dos organizaciones se presenta firme y coordinada. Pero no se quedará tan sólo en ellas. El plan de CC OO y UGT se abrirá al resto de sindicatos para conformar la mayor base posible para la reclamación. En este empeño, se citará también a las dos patronales, Federación Leonesa de Empresarios (Fele) y Círculo Empresarial Leonés (CEL), que han mostrado su disposición a movilizarse y se considera que caminan en buena línea, pero a las que se trasladará la necesidad del plan de paros temporales iniciales y la huelga general final para conocer su postura.
En la nómina de participantes se cuenta también con los colectivos sociales de la provincia leonesa, de los más diversos sectores, que engrosaron la marcha del 16 de febrero de 2020. A diferencia de entonces, los sindicatos promotores de la estrategia descartan de inicio que los partidos se involucren como caras visibles de la movilización. Las formaciones políticas no faltaron a la cita en la larga marcha de 20.000 personas que se formó en la capital, en Villablino y en Ponferrada, aunque se valora que su implicación posterior en el avance de la Mesa por León ha desmentido el interés con el que se presentaron detrás de las pancartas que exigían un futuro para la provincia. Ese futuro que, en una paradoja, irán a buscar al 16 de mayo de 1991.