Investigación de la Nasa
El viento se lleva el equivalente a 700.000 camiones de arena del Sahara cada año
La llegada de una lengua de polvo en suspensión procedente del desierto del Sáhara , impulsada por los vientos de la borrasca Celia , ha elevado a la categoría de "extremadamente desfavorable" la calidad del aire en León, entre otras amplias zonas del país, por los altos niveles de concentración de partículas PM10, afectando seriamente a la salud. En áreas de las provincias de Cuenca, el extra-radio de la Comunidad de Madrid, Ciudad Real, Valladolid y León, la calidad del aire es "desfavorables o muy desfavorable", según el índice del ICA que también apunta a que esta situación "podría alargarse las próximas horas".
En ciudades como Madrid, desde primeras horas de la mañana de este martes un manto de color naranja cubre toda la ciudad con una capa de polvo que se asienta en coches, edificios, calles y otras superficies, lo que ha generado un sinfín de comentarios y memes en las redes sociales .
Este empeoramiento conlleva una serie de recomendaciones para la salud como, reducir toda la actividad al aire libre o posponerlas para cuando la calidad del aire sea buena o razonablemente buena, así como el uso de protección adecuada para los trabajos que deban ser realizados al aire libre.
Ademas, para grupos de riesgo y personas sensibles se recomienda evitar la estancia prolongada al aire libre, seguir el plan de tratamiento médico meticulosamente y acudir a un servicio de urgencias si el estado de salud empeora.
¿Por qué aquí y ahora?
Según los expertos, esta situación es la consecuencia de un "excepcional" episodio de polvo procedente del desierto del Sáhara, un fenómeno que no se producía con esta intensidad desde hacía varias décadas y que se dirige de sur a norte por el este del país impulsado por los vientos generados por la borrasca Celia.
Desde la Agencia estatal de Meteorología (Aemet) han alertado también de esta particular situación favorecida por ese viento cálido de origen africano que ha elevado las temperaturas hasta los 20 grados o más en puntos del sureste peninsular y hasta los 18 grados en el Cantábrico oriental.
Ayer el polvo en suspensión teñía de naranja el cielo la provincia de Murcia, donde municipios como Lorca y otras poblaciones de la comarca del Guadalentín como Águilas tenían reducciones de visibilidad de forma considerable desde las 15 horas.
El polvo sahariano es una intrusión de masa de aire africano que con finas partículas de arena con su característico color anaranjado, de ahí que todo lo que ha tocado se hasta teñido de naranja. Este fenómeno atmosférico, que viaja desde África por el este, aconseja adoptar una serie de recomendaciones sanitarias para los próximos días, con especial atención a la población de mayor riesgo, que son los asmáticos, enfermos crónicos respiratorios y población de mayor edad.
¿Qué hacer?
Estas circunstancias aconsejan evitar las actividades físicas y los deportes intensos, tanto en el exterior como en el interior, especialmente para personas con problemas de tipo respiratorio, ante la previsión de que se superen los niveles normales de partículas en suspensión, según informan los servicios de Protección Civil.
En caso de dificultades para respirar o malestar cardíaco (sibilancias, palpitaciones) se debe consultar a un profesional sanitario, reducir la actividad física o deportiva intensa y priorizar las salidas cortas, así como las que requieren menos esfuerzo.
La Nasa calcula que por lo menos 182 millones de toneladas de polvo, una cantidad que equivale a casi 700.000 camiones, abandonan el Sahara cada año
Hay que evitar viajar por las carreteras principales y desplazarse por sus alrededores en los períodos en los que estas concentraciones suelen ser más altas (de manera general, a primera hora de la mañana y última de la tarde, coincidiendo con los momentos con mayor tráfico).
El color anaranjado que ha adoptado el cielo es consecuencia de la «intensa entrada» de arena desde el Sahara empujada por la borrasca 'Celia'.
Este polvo incluye diversas sustancias, entre las que se encuentran las partículas PM-10, cuyas consecuencias pueden afectar a la salud de los seres humanos pues puede acentuar afecciones relacionadas con el sistema respiratorio.
Además, los efectos pueden extenderse al comportamiento de la propia meteorología, al transporte aéreo, a la energía --al crear depósitos de polvo en placas solares, por ejemplo- y a las explotaciones agrícolas.