Club de Prensa de Diario de León
En directo, a partir de las 20.00 horas: «La inflación será más resistente y la desaceleración económica aún más dura»
Los mercados esperaban para 2022 ralentización económica e inflación, pero la guerra de Rusia en Ucrania hará que en los próximos trimestres la inflación sea más resistente y la desaceleración más dura de lo esperado. La economía europea sufrirá más que la norteamericana con la decisión de la FED y del BCE de normalizar las políticas monetarias. Un nuevo escenario cuyas las consecuencias para los inversores analiza hoy, a partir de las 20.00 horas, Nicolás Llinas, director de Ventas de Carmignac. En una conferencia organizada por Andbank León y El Inversor Inquieto en el Club de Prensa de Diario de León, que podrá seguirse a través de la edición digital del periódico (www.diariodeleon.es).
El análisis de la situación actual lo realiza Gergely Majoros, portfolio Advisor and Member of the Investment Committee en Carmignac.
–Cuando la economía intentaba recuperarse de la pandemia llega la guerra de Rusia. ¿A qué escenario económico nos enfrentamos a corto y medio plazo?
–A principios de año, nuestro escenario principal para 2022 se caracterizaba por una ralentización de la economía mundial acompañada de elevadas cifras de inflación, que sin embargo empezarían a desvanecerse con el tiempo, impulsadas por la reapertura gradual de la economía tras la crisis de covid. Se espera que la invasión de Rusia a Ucrania, que ha provocado un aumento de los precios de la energía, entre otras cosas, acentúe estas tendencias existentes. Por lo tanto, hoy esperamos una inflación aún más resistente para los próximos trimestres, acompañada de una desaceleración económica más dura.
–¿Cuáles van a ser las consecuencias inmediatas para los ahorradores, y qué cabe esperar un poco más allá del impacto actual?
–En el entorno descrito, es muy probable que los tipos reales de los mercados de renta fija sigan siendo negativos y, por tanto, poco atractivos en un futuro previsible. Esto, a su vez, significa que la renta variable, como clase de activo, debería seguir siendo más atractiva a largo plazo. Obviamente, la selectividad de la renta variable seguirá siendo importante en este entorno en el que los bancos centrales, como la FED y el BCE, pretenden continuar con su anunciada normalización de sus respectivas políticas monetarias.
–Hemos vivido una sucesión de desplomes en los mercados como reacción a distintas crisis, ¿Qué cabe esperar, con esta experiencia, de la recuperación en el momento actual?
–Las perspectivas del conflicto militar en Ucrania siguen siendo inciertas. En caso de que se produzca una resolución, o al menos un alto el fuego, los mercados de renta variable podrían experimentar una nueva recuperación. Sin embargo, a largo plazo, dado que se espera que los bancos centrales se centren más en su mandato de inflación que en la dinámica de crecimiento económico, se espera que el entorno monetario sea más difícil para los mercados de renta variable en general. Por lo tanto, creemos que es aconsejable que los inversores sigan siendo prudentes.
–Siempre se pide a los inversores que no actúen con el miedo. ¿Cómo están respondiendo ahora, y qué les recomiendan?
–En Carmignac, hemos decidido mantener un posicionamiento muy defensivo, al menos en el futuro próximo. Seguiremos de cerca la evolución de Ucrania y las perspectivas de endurecimiento monetario. Cuando llegue el momento, aumentaremos nuestra exposición levantando nuestras coberturas. La actual volatilidad del mercado dará lugar a una serie de oportunidades de inversión, que tenemos la intención de aprovechar.
–¿Hay algún sector o zona geográfica ‘refugio’ en este escenario de continua volatilidad?
–La economía estadounidense parece más inmune a este choque que la europea, que se espera que sienta más dolor, principalmente debido a su proximidad geográfica y a su dependencia energética. En términos de sectores, el sector energético parece ser una buena cobertura para las carteras en el entorno actual. En nuestra opinión, este es el caso tanto de los productores de energía tradicional como de las empresas de energías renovables, que se espera que se beneficien del renovado interés por las nuevas formas de energía, con el fin de reducir nuestra dependencia de las fuentes de energía tradicionales, y en particular de Rusia.
–La inflación ha crecido con una fuerza que ya teníamos olvidada, y la guerra empuja más al alza los precios. ¿Cómo va a afectar eso a la economía y las inversiones?
–Tras 40 años de desinflación, es muy probable que hayamos entrado en un nuevo paradigma a largo plazo caracterizado por una inflación estructuralmente más alta. Varias tendencias apoyan esta posible tendencia a largo plazo, es decir, la transición energética, el uso de más políticas fiscales en lugar de políticas monetarias o la esperada desglobalización. Hasta ahora, los mercados tienden a centrarse en los acontecimientos a corto plazo relacionados con la guerra de Ucrania o el ciclo económico. Pero a más largo plazo, creemos que los inversores deberían empezar a integrar esta idea en sus decisiones de inversión.
–La FED ha comunicado ya un alza de los tipos de interés. ¿Qué previsión tienen, actuará igual el BCE?
–Hay buenas razones para creer que bancos centrales como la FED y el BCE seguirán normalizando sus políticas monetarias en los próximos trimestres. Por lo tanto, nos mantenemos en nuestro escenario de un significativo endurecimiento de las políticas monetarias a ambos lados del Atlántico. Además de las subidas de tipos previstas, los inversores también deberían prestar atención a la esperada reducción del balance de la FED, ya que estas últimas han provocado históricamente períodos de mayor volatilidad para los mercados de renta variable.