Sanidad
Villarig insta a un gran pacto por la sanidad ante un sistema «en peligro»
«Es momento de arrimar el hombro entre todos contra el deterioro y la falta de profesionales»
Que la sanidad pública hace agua en una Comunidad territorialmente muy dispersa, con una población envejecida y con problemas organizativos y de medios es una cuestión palpable, pero que puede tener remedio. Por eso, el presidente de la Profesión Médica de Castilla y León, del Consejo de Colegios Médicos de la Comunidad y del de León, José Luis Díaz Villarig, vuelve a instar un gran Pacto por la Sanidad que ahora ve más necesario que nunca por «el tremendo deterioro y el peligro» que, a su juicio, sufre el sistema sanitario, agravado tras dos años de pandemia.
«Está en juego la salud de los ciudadanos y hay que arrimar el hombro entre todos», indica. Villarig reclama que la sanidad «no se use como arma arrojadiza» entre partidos y que se tomen medidas consensuadas contra la falta de profesionales y para recuperar la equidad en la asistencia, que ve rota por marcadas diferencias entre provincias, especialmente «graves» en León.
Considera que hay que incidir ya en la reorganización de la atención primaria, en la relación de ese escalón asistencial con los hospitales y con las urgencias, y abordar soluciones para las zonas de difícil cobertura, que tienen su máximo exponente en El Bierzo. Alerta del aluvión de jubilaciones y la baja tasa de reposición de algunas especialidades y de la fuga del talento. En el Día Internacional de la Profesión Médica que se celebra hoy, su propuesta se hace extensible al conjunto del país con un Pacto de Estado por la Sanidad que aborde de manera urgente la reconstrucción del Sistema Nacional de Salud para garantizar su sostenibilidad y despolitización. Primero atajando el problema que supone en los servicios sanitarios la alta temporalidad y después con un PIB destinado a Sanidad que alcance el 7%, ya que en 2022 vuelve a situarse por debajo de ese umbral. También habría que unificar los 17 servicios autonómicos porque las carteras de servicios presentan diferencias «poco aceptables, y con condiciones laborales distintas».