Queda en libertad Josu Guinea, recluso etarra de Villahierro
Había sido acercado al País Vasco tras una larga estancia en la cárcel leonesa
El recluso de la banda terrorista ETA Josu Guinea quedó en libertad tras cumplir la totalidad de su condena, buena parte de la cual se desarrolló en el Centro Penitenciario Provincial de Villahierro.
Jesús Guinea Sagasti, concejal de Euskal Herritarrok (EH) por el Ayuntamiento de Larrabetzua (Vizcaya) fue condenado a doce años de prisión por incendiar en 1997 un cajero automático en el marco de la estrategia de la kale borroka de ETA, y comenzó su periplo judicial y penitenciario en el Centro Penitenciario El Acebuche (Almería), donde cumplió el inicio de su pena.
La condena se le impuso en la Audiencia Nacional el 4 de diciembre del año 2000. Fue recurrida y en ese intervalo el 21 de diciembre de 2002 la policía francesa lo detuvo por presunta vinculación con ETA.
Tras un largo periplo judicial, el Tribunal Supremo declaró firme en el año 2010 la pena de doce años de prisión por atacar con un artefacto incendiario un cajero automático de la BBK durante las fiestas patronales de Larrabetzua. Además de la pena de cárcel, Guinea fue condenado a abonar más de 3.000 euros por los daños causados en la entidad bancaria.
Los hechos por los que acabó en Villahierro tuvieron lugar en agosto de 1997. Según el apartado de hechos probados de la sentencia, Guinea se acercó encapuchado al cajero en compañía de otras cuatro personas. Tras hacer salir de la oficina a un cliente que en ese momento se encontraba en el interior, fracturaron las lunas del escaparate de la caja de ahorros con unas piedras y prendieron fuego al cajero con un artefacto incendiario. Un grupo de transeúntes que pasaba por la zona consiguió rodear al acusado, pero éste les amenazó con tirarles un artefacto incendiario que llevaba en la mano y consiguió huir.
No obstante, fue perseguido por un vecino que le dio alcance y le quitó la capucha, tras lo cual fue identificado como uno de los concejales de la localidad. Posteriormente, la Ertzaintza ratificó la identificación que habían hecho los vecinos. La Audiencia Nacional impuso a Guinea una pena de tres años de cárcel por un delito de desórdenes públicos terroristas y a nueve más por tenencia y empleo de artefactos incendiarios «al servicio de los fines de la organización terrorista ETA», ya que el tribunal consideró como hecho probado que el ex concejal de EH formaba «parte del movimiento de liberación nacional vasco, en el que se integra» la banda, y que realizó los hechos por los que fue condenado «con fines terroristas», según la sentencia definitiva.