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En Padre Isla se dejará un solo carril desde el cruce de Cruz Roja en adelante. MARCIANO PÉREZ

León

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La zona de bajas emisiones de la ciudad de León no tendrá restricciones para la entrada de ningún tipo de vehículos, al menos, “en principio”, como anunció esta mañana el alcalde durante la presentación del plan de actuaciones en el que se invertirán 7,3 millones de euros, de los cuales 5 millones provienen de los fondos de la UE. La decisión se aplazará hasta ver los datos de calidad del aire , intensidad de tráfico y ruido que ofrezcan los equipos de medición en los que se invertirá 1.919.089,80 euros, a los que se suman otros 200.063,82 euros para la asistencia técnica, y marcarán "si en algún momento" se recomienda que "hay que limitar el acceso". "En función de las mediciones se verá en el futuro ver si se cumplen los requisitos", apostilló el regidor.

A la espera de estos parámetros, "en principio" no se prohibirá circular a ningún tipo de vehículo, ni de manera general, ni en franjas horarias, ni en fechas destacadas de acumulación, ni siquiera en la definida como almendra central : delimitada por Padre Isla hasta Julio del Campo, plaza de La Inmaculada, Roma, avenida de la Facultad, Lancia, Independencia y Santo Domingo. No habrá tampoco nuevos sistemas de sanción, aunque no por una decisión municipal estricta, sino porque desde la UE se denegó la parte de la subvención que se pidió desde el equipo de gobierno para la compra, como se exponía en el documento remitido, de tres unidades de «control de semáforo rojo con cámara», que se hubieran sumado a los cuatro existentes; «dos equipos embarcados ‘multacar’», pensados para detectar por la lectura de matrículas y sancionar ante la falta de papeles, aparcamientos en doble fila o incluso fuera del ticket de estacionamiento de la ORA; y «un radar fijo», que se pretendía añadir al existente.

Pero sí que se actuará en media docena de viales, en los que la reforma "mejorará la movilidad y la estética", como apuntó Diez, quien incidió en que los trabajos comenzarán en los próximos meses y el 60% tendrán que estar terminados antes de final de año, mientras que el resto se ejecutarán en los primeros meses de 2023.

En este listado de intervenciones se apuntan Alfonso V, Gil y Carrasco y San Agustín, con un presupuesto de 1.436.328,12 euros; Ramiro Valbuena, para el que se destinarán 639.467,20 euros, Felipe Sánchez, en el barrio de La Palomera, donde se emplearán 616.813,67 euros; José María Fernández, con 312.329,02 euros; y el tramo de Padre Isla que se identifica con el antiguo 18 de julio, donde el presupuesto alcanza los 1.181.967,32 euros. En todos ellos se hará una "plataforma única", sin diferencia entre las aceras y la calzada, con un nuevo adoquinado, en lugar de asfalto, para contribuir al "calmado del tráfico", como justificó el alcalde, quien insistió en que en las mismas "se mantendrá el aparcamiento como está y la circulación".

Pese a la apuesta por seguir con la misma funcionalidad, en dos de estas calles la reforma hará que se quite un carril de circulación. El cambio se aplicará en el tramo final de Padre Isla, desde el cruce con la calle Cruz Roja hasta los últimos edificios antes de llegar a Eras, donde la reducción de espacio para el tránsito de vehículos permitirá "ampliar las aceras, colocar arbolado e iluminación al pie de la vía en la parte en la que ahora no está", como detalló el alcalde, quien señaló que, tras hablar con los vecinos y comerciantes, se ha optado "en principio" no se quitará el aparcamiento en batería a ambos lados de la calzada. La misma medida se adoptará en José María Fernández, donde ya el primer tramo se limitó a un solo carril en la reurbanización que se acometió en el último mandato de Mario Amilivia.