La militancia avala a Diez y abre una dolorosa herida en el PSOE

El liderazgo del PSOE se mide en el fiel de 48 votos. Apenas un suspiro en el que, al filo de la medianoche, después de cuatro horas de votaciones, de colas interminables que convirtieron el codo que hace Ordoño II con Alfonso V en el lugar más transitado de la ciudad, José Antonio Diez estalló al revalidar su liderazgo como secretario de la agrupación local del PSOE. No por el mantenimiento del poder orgánico. No por la demostración de apoyo de la militancia frente a los movimientos del aparato provincial, autonómico y nacional para aupar a su rival, Pilar Carnero. No por la reivindicación como candidato para repetir en la Alcaldía del Ayuntamiento de León. No. No sólo por eso, sino porque para lograr todo a la vez no tendrá que dejar su partido para poder continuar en la política, como había advertido si salía derrotado.

El pulso se decidió con esos 345 votos a favor de la candidatura frente a los 297 de Pilar Carnero . En una participación que, con cuatro blancos y un nulo, aunó a 647 militantes, el resultado muestra la sima abierta entre el grupo que ahora se arracima alrededor del alcalde y las familias que han respaldado la intervención del secretario provincial, Javier Alfonso Cendón. No hay encuentro, por más que el líder de la formación en la provincia quisiera maquillar su derrota con el apunte de que se había mantenido «cauteloso y al margen del proceso» y que lo que necesita el PSOE «es estar unido». «Salimos con la fuerza para volver a ganar todas las alcaldías y repetir en la Diputación. Aquí todos a una y el PSOE más unido que nunca·, recalcó dentro de un discurso en el que insistió en que no estaba en cuestión la candidatura a la Alcaldía y que los alcaldes tienen derecho a seguir «si no lo pide más del 50% de su agrupación».

Pero si Diez hubiera perdido la agrupación local, el horizonte hubiese sido otro. A merced del aparato, habría quedado expuesto a unas primarias. Su rival, Pilar Carnero, no descartó ayer disputárselas, más como recurso en la derrota que como convencimiento, después de ver que ni siquiera con el aluvión de afiliaciones, llegadas en buena parte del otro lado del Manzanal, le llegaba para movilizar a la mitad de la militancia. No hay otra alternativa al alcalde, como ha visto el aparato.

La pelea se traslada ahora a la digestión que hará Diez de la victoria. El alcalde, que no se atrevió a ir al congreso provincial porque sabía perdida la provincia, anunció que exigiría responsabilidades si ganaba, pero esperará. Para revalidar la Alcaldía de León, Diez necesita al PSOE. Para mantener la Diputación Provincial, el PSOE le necesita a él. En esa convivencia se la juega el socialismo.