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Gestión de la basura

Todo lo que hay que saber sobre el contenedor marrón que impondrá un nuevo reciclaje en León

La fracción de basura orgánica se implantará para grandes productores en 2023 y para particulares en enero de 2024

Una cabeza tractora eléctrica coloca y retira las islas de los contenedores por las tardes. EMAYA / EP

León

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El puzle del reciclaje añadirá otro color. Junto al amarillo de los plásticos y envases, el azul del papel y el verde de los iglús del vidrio, León sumará a partir de enero de 2023 un nuevo contenedor . El cubo marrón se estrenará en el paisaje urbano para dar cabida a todos aquellos desechos orgánicos susceptibles de ser recuperados para la elaboración de biogás o fertilizantes. La fruta y verdura, las sobras de la carne y el pescado, las cáscaras de huevo, las flores, los palillos, el papel de cocina, las infusiones y el café, el pan y todos los restos que se biodegradan deberán echarse ahí.

Pero no podrá hacerse como en el resto de contenedores. Para abrir la tapa se necesitará una tarjeta especial o un QR para llevar en el teléfono. La identificación la entregará el Ayuntamiento de León, que estudia incluso que tenga que añadirse una pegatina con el código a la bolsa especial de almidón de patata , también dispuesta para pudrirse de manera natural. Si no se recicla bien, se podrá apuntar al infractor dentro del sistema dispuesto para garantizar que los 74.418 hogares y empresas contabilizados en el padrón tributario cumplan con esta separación adicional de la basura que hasta ahora va al cubo gris .

El volumen de estos desechos acapara el 40% de la bolsa actual , según las estimaciones de los organismos, que insisten en la capacidad de reducir las emisiones y la huella contaminante con esta nueva vuelta de tuerca al sistema. Los cálculos se encuadran dentro de la normativa europea que obliga a la gestión correcta de los residuos orgánicos, tras advertir de que la basura que los municipios llevan a los vertederos debe reducirse al 10% en 2035.

Sobre estas guías, el Ayuntamiento define ahora un plan que marca un primer plazo para enero del próximo año. En esa fecha, comenzarán a utilizar el contenedor marrón los considerados grandes productores: supermercados, hoteles, hostelería, industria, centro educativos y sanitarios. Suman cerca de 5.000 unidades urbanas de los 74.000 recibos que se tramitan al año por parte de los servicios fiscales del consistorio. Todos ellos deberán cumplir con la nueva norma que obligará a afinar la selección y depositar los desechos en los nuevos cubos que contarán con un sistema de cierre que se desbloqueará con la  tarjeta y el código QR que les suministrará el consistorio de manera previa.

600.000 euros de la UE
La primera fase prevé 1,5 millones para medio millar de contenedores y el equipamiento de recogida

La implantación en estos considerados grandes productores por su volumen de desechos servirá de banco de pruebas . La experiencia la trasladará el Ayuntamiento a los particulares y resto de empresas que conforman el padrón tributario de la basura. Conforme a la norma promovida desde la UE, toda la ciudad tendrá que funcionar ya con el contenedor marrón como muy tarde en enero de 2024 .

El calendario programado empuja a la administración a tener que adaptar su infraestructura de recogida de residuos urbanos. Los técnicos municipales han cumplimentado en las últimas semanas la petición para poder acogerse a la convocatoria de los fondos Next Generation de la UE orientados a cubrir estas inversiones ligadas al reciclaje y la economía circular. El documento remitido reclama una ayuda de 600.000 euros , a los que el consistorio añadiría otros 900.000 euros de recursos propios para poder afrontar la compra del equipamiento necesario.

La partida prevista servirá para colocar en la calle los nuevos contenedores marrones de 800 litros de capacidad. Cada uno de estos elementos presenta una factura aproximada de 1.500 euros : 1.000 euros del cubo y otros 500 euros adicionales de la cerradura monitorizada. La tecnología se vinculará además a un software , ligado a la estrategia de smart city o ciudad inteligente, para controlar cuándo están llenos y poder atender de una manera más efectiva la recogida con los camiones de la basura de carga lateral.

El estudio cuenta con que, al menos en un principio, se colocarían medio millar de nuevos contenedores marrones en la casi 600 islas actuales en las que hay ya, al menos, azules de papel, amarillos para los plásticos y envases y grises para el resto. En estos espacios se integrarían los depósitos para la fracción de basura orgánica, salvo en el casco histórico y en el centro, donde se programa otro modelo de recogida selectiva sin cubos de la basura de continuo en la calle, sino tan sólo por un tiempo determinado a última hora de la tarde.

Los 1,5 millones de euros de partida tendrán que ampliarse con al menos otro millón adicional en cada uno de los dos ejercicios siguientes, según el plan bosquejado por los responsables del Ayuntamiento de la capital leonesa. Los fondos no necesitarán ninguna aportación adicional por parte de los ciudadanos. No se subirá la tasa, ni se creará un tributo nuevo, aunque tampoco se bajará como se había planteado.

La solución aparece como resultado de la asunción por parte del consistorio de la  gestión de los recibos del tratamiento de la basura que hasta ahora hacía Gersul . Conforme al acuerdo, León debe entregarle cada anualidad al consorcio 3,065 millones de euros al año por sus servicios. Pero, con arreglo al padrón tributario municipal, si todas las unidades urbanas que pagan la basura desembolsan a partir de ahora la tasa por el uso del CTR, el Ayuntamiento recaudará 4,1 millones de euros en cada ejercicio fiscal. La resta deja un millón de euros adicional, que se fija como partida para poder cumplir con el desembolso necesario para la gestión de los residuos orgánicos de acuerdo a los dictados de la nueva normativa.