Villadangos dobla la superficie para ser la alternativa logística al atasco de Torneros

Villadangos está dispuesto ya para asumir el rol de la logística. No hay otro espacio industrial en la provincia de León capaz de dar una alternativa inmediata a la farsa que se esconde detrás de Torneros . La paciencia de las empresas con la espera de la futura plataforma de la vega del Bernesga se agotó antes que la resistencia del Gobierno para prolongar trámites interminables en torno a la construcción de este enclave logístico del noroeste español (así llegó a ofrecerse entre los programas electorales).

Torneros está atascado entre movimientos burocráticos y enredos políticos que no le han permitido llegar al momento clave del proyecto de urbanización; Villadangos, afronta la ampliación del espacio industrial, hasta doblar casi la extensión en la que ahora se asientan medio centenar de empresas. De doscientas hectáreas, al límite de las cuatrocientas, con 186 hectáreas más, según consta en los procesos que se cursan ya para extender el que es el enclave industrial con más proyección de la provincia leonesa.

Alivio y alternativa para los proyectos empresariales que esperan desde hace más de tres años un hueco en Torneros, que no llega, que no termina de arrancar. Negocios dispuestos para ocupar más de 400.000 metros cuadrados, arrastrados de otra forma a desistir mientras pasa el tiempo y en la superficie reservada para la plataforma ferroviaria e intermodal no entra ni un gramo de hormigón.

Villadangos es ahora el exponente de crecimiento industrial que esperaba la provincia leonesa, atada de pies y manos para resolver problemas de asentamiento de empresas por falta de suelo disponible. No estás lejanos en el tiempo los ejemplos de proyectos perdios porque no había espacio para dar cabida a la dimensión empresarial. La plataforma A

mazon buscó otros emplazamientos por ese motivo. Para evitar tropiezos con la misma piedra, Villadangos. Con el cartel de completo desde hace un tiempo, sin espacio para empresas que requieren de amplitud de terreno para desarrollar su negocio, las administraciones tuvieron que recurrir a una solución temporal para cumplir con las exigencias de la última sociedad que ha elegido este enclave del Alto Páramo leonés para dar salida a sus planes de crecimiento en el noroeste: la empresa Dia se colocará en un terreno de 12 hectáreas ajeno a los límites del polígono, saturado para grandes superficies.

Se espera que sea el primero y último anuncio en estas circunstancias. Que la ampliación en cauce se desarrolle sin las interferencias que han agotado o prolongado hasta la extenuación otros proyectos de desarrollo industrial en la provincia leonesa, donde se dan caso tan paradójicos como los polígonos de reducidas dimensiones diseminados en lugares recónditos sin demanda de suelo y la escasez de terreno en los enclaves que se han convertido en referentes industriales del territorio, donde la oferta no da abasto.

La actividad industrial de León a corto y medio plazo estaba localizada en dos espacios del centro de la provincia. La iniciativa política y de los emprendedores privados ha decidido la suerte de cada enclave: Torneros lleva doce años enclaustrado en los cajones ministeriales: Villadangos no ha dejado de sumar empleo y empresas. Y en ese trance de doblar la superficie, asumirá el rol que se creía vital para Torneros.