Las reservas de la biosfera apuestan por no olvidar que en ellas debe vivir el hombre

La mesa sobre las reservas de la biosfera sirvió para aunar las visiones de una de ellas, la de Los Arguellos, presidida por Octavio González, y el contrapunto de la administración autonómico, con el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, José Ángel Arranz, como portavoz. Las dos aportaciones coincidieron en la necesidad de coordinar la labor de las instituciones, sobre todo para aprovechar la llegada de los fondos europeos, sin olvidar en todo caso que dentro de estos territorios en los que se apuesta por la sostenibilidad vive también el hombre.

 

El director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, José Ángel Arranz, incidió en que la Junta repartirá 9 millones de euros en ayudas, gracias los fondos de la UE, para proyectos en las reservas de la biosfera de toda la comunidad. El responsable autonómico incidió en que "hay poco plazo, porque las solicitudes se tienen que presentar antes del 31 de agosto", pero animó a pensar en las propuestas que están abiertas "tanto a los ayuntamientos, como a los particulares, las asociaciones, las empresas y las universidades".

La selección, en concurrencia competitiva, dará cauce a "proyectos ligados a la gobernanza, a terminar de inventariar, al uso público para señalizar o poner en valor el patrimonio, y sobre todo, a la conservación", como describió Arranz. El responsable de la Junta apostó por unificar las siete reservas leonesas dentro de la marca de "la Gran Cantábrica, que es algo que no tiene nadie por su variedad", y en la que ahora, con atención a sus singularidades, debe buscar un modelo de gestión "de forma ágil que permita pensar cómo se promociona", en lugar de estar "en cómo sobrevive cada una".

Para apuntalar su argumento, el responsable autonómico reseñó que "las reservas de León, que fueron pioneras para lo bueno y lo malo, se hicieron pequeñitas dentro del plan de la Gran Cantábrica, que en el modelo actual no tienen nada que ver". Como muestra, Arranz citó que "la última que se ha hecho es la Meseta Ibérica, que abarca Salamanca, Zamora y el norte de Portugal y suma 400.000 hectáreas". 

Arranz recordó que las reservas son "un reconocimiento de la Unesco a una solicitud por parte de cualquier entidad", que deriva en "un compromiso voluntario, no obligaciones, que se suscriben a través de sus planes de gestión, con una zonificación en la que se permiten determinados usos marcados por la entidad promotora y, a partir de ahí, se supervisa". "Si no se cumplen, te expulsan del club", advirtió el director general de la Junta, quien abundó en que en estas figuras hay "tres factores básicos: la conservación de la biodiversidad del entorno, el desarrollo socioeconómico compatible con la conservación, por lo que es necesario que haya gente, y la monitorización de los cambios que se están sucediendo".

Dentro de este modelo, Arranz recalcó que "hay que trabajar en buscar alternativas en las que la gestión sea un modelo de sostenibilidad". Sobre esta base, el director general de la Junta expuso que "el turismo es un complemento", pero no se debe olvidar "la base, que son los aprovechamientos de los recursos naturales, como la ganadería extensiva"

 

La complementariedad la subrayó el presidente de la reserva de la biosfera de Los Argüellos. Octavio González subrayó que "a veces se olvida que el hombre es parte de la reserva", por lo que incidió en la necesidad de trabajar en modelo combinados en los que se aúnen el turismo, el sector primario y la agroalimentación.

El portavoz de la reserva, que agrupa a los municipios de Valdelugueros, Cármenes y Vegacervera, avisó de que "queda mucho por andar" porque "actualmente hay falta de compaginación entre las administraciones" para sacar adelante los proyectos. Como ejemplo práctico citó los problemas con los que se encuentran ahora para la convocatoria de proyectos con fondos de la UE, en la que corren el riesgo de que "si luego alguna administración o entidad la frena se perdería todo el dinero". "Con los medios que tengo, puedo llegar tarde. Necesito que haya una intermediación más ágil para saber qué se puede hacer antes", reclamó.

El alcalde de Vegacervera puso como ejemplo que acaba de "recibir una carta de Diputación que dice que de 11.800 quitan 7.000 por tener superávit, cuando son aportaciones hechas para pagar a proveedores". "No nos negamos a tener órgano gestor, pero si después llega la hora de pagar, hacemos la aportación y nos quitan la subvención... A efectos reales el 80% de los gastos los asumimos los tres ayuntamientos", concedió.

El presidente de Los Argüellos admitió que "las reservas tienen más futuro que presente" y reclamó "campañas informativas para llegar a la gente, que se le explique que un espacio protegido tienen unas ventajas y unas calidades". Estas iniciativas ayudarán a lograr resultados porque "León tiene activos suficientes para proyectar imagen de calidad agroalimentaria, gastronómica y turística".

González insistió en que "hay que trabajar sincronizados, todos en la misma dirección" porque "el turismo va a ser fundamental para la provincia". "Tenemos la provincia con más reservas, pero los ayuntamientos estamos un poco solos. Para cumplir los compromisos somos municipios con presupuestos limitados", recalcó González, quien insistió en que "venden mucho a nivel nacional e internacional, pero hasta ahora" las han financiado "a nivel local". "Necesitamos la ayuda de otras entidades superiores. Si no será difícil alcanzar los compromisos", apuntó.

La propuesta de aunar las siete reservas leonesas dentro de la marca de la Gran Cantábrica la recibió con cautela González. El alcalde de Vegacervera advirtió de que "sumar siempre está bien, pero se debe mantener la identidad de cada reserva individual", porque se trata de "zonas con particularidades muy diferentes"