Transporte
El tren de Feve trata de subsistir en León con los tiempos de viaje de hace cien años
El sistema de control puntero ralentiza el servicio al impedir a las máquinas circular a más de 40 kilómetros por hora
Los tiempos del tren de ancho métrico causan furor en la cornisa, en la traza al borde del cantábrico , donde el despliegue abrocha más territorio, y comunica a más población. Los tiempos del tren de ancho métrico en León se camuflan entre la lista de incidencias que acumula el servicio que debe enlazar la capital leonesa con los cuatro valles de su montaña este, a través de la línea mayor del trayecto León-Bilbao .
El tren de ancho métrico en León se maneja con tiempos de la década de los años treinta y cuarenta del siglo pasado, y todo por asumir un sistema de control vanguardista , que lo obliga a frenar ante señalización de alerta y peligro. Esta es otra de las paradojas del sistema ferroviario leonés, que tiene en el Asfa Digital 4, según versión descrita por los técnicos de la compañía que relatan de forma somera el efecto que este sistema de control traslada al curso del trayecto.
Asfa atiende a un acrónimo que identifica este plan de control (Anuncio de Señales y Frenado Automático) que viene a definirse como un sistema de seguridad orienta al maquinista las órdenes según la señalización de la vía. La efectividad del Asfa se traduce en que supervisa la velocidad del tren de tal forma que, si se supera en 5 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida, activa el freno de urgencia.
La paradoja
Como del círculo, el tren de ancho métrico a duras penas supera los cuarenta kilómetros por hora en la traza por la que puede discurrir por León, en una desenvoltura que le convierte en un elemento de movilidad escasamente competitivo, según las ratios de tiempo y espacio que impone la sociedad moderna.
Los usuarios del tren de ancho métrico en Asturias claman por el resultado de esta ecuación que acarrea la dotación tecnológica ; las asociaciones, partidos políticos, colectivos de afectados, incluso, técnicos de la compañía, le han exigido al Gobierno que interceda ante la operadora pública para que revoque la aplicación.
Los usuarios del tren de ancho métrico en León esperan pacientes en los andenes casi tan despoblados como los pueblos a los que abocan a que una composición le meta una hora y cuarto de trayecto por completar los 45 kilómetros que separan Boñar de León.
Y así se eleva el debate sobre la seguridad o la eficiencia de las prestaciones que se le deben exigir a un elemento de comunicación y cohesión territorial, clave en medio del olvido que amenaza al espacio que comunica a través de los valles altos del Torío y el Curueño, el Porma, el Esla y el Cea.
En pleno verano , que es la temporada alta para la demanda de viajes en los trenes de la compañía en la provincia de León, los usuarios más recurrente y los estacionales esperan un empujón político a sus expectativas de cambiar el sino de las cosas con la prestación ferroviaria; de momento, nada aproximado a la reivindicación de usuarios de Renfe-Feve en España y Affecom mostraron ya meses atrás su oposición a la implantación de la nueva versión del sistema de seguridad Asfa digital 4 en los trenes de la red de ancho métrico. Supone «un aumento muy considerable de los tiempos de viaje», al limitar la velocidad de los trenes a 30 kilómetros por hora «ante las abundantes señales que indiquen anuncio de precaución».
En un comunicado conjunto, las asociaciones pidieron a Adif que se aplique un Asfa digital 4 en las unidades de Ancho Métrico que no lo tengan instalado, o un sistema «adecuado a las características de la infraestructura de Ancho Métrico que garantice la seguridad». Seguridad frente a lentitud. En ese eje de debate se sortea la supervivencia de la vía del tren de ancho métrico que resiste en la provincia de León cada vez entre más inconvenientes; el último, el encaje de las soluciones tecnológicas obligue a realizar tiempos propios de principios del siglo pasado. «Como hace ciento cincuenta años», denuncian los usuarios.