Vélez salda la crisis del PP en apenas 15 minutos sin que nadie le discuta
Fernández asistió al comité, pero no presentó batalla tras fracasar su amago de revuelta
El cierre de la crisis del PP de León le llevó a Javier Santiago Vélez apenas 15 minutos. De forma quirúrgica, sin intervención de ninguno de los otros 109 asistentes al comité provincial, el presidente de la formación leonesa saldó el relevo de David Fernández por asentimiento. Ni siquiera pidió la palabra el secretario general saliente para pedirle explicaciones al líder de la formación por sus «acciones durante las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019», en las que basó la renuncia a su cargo orgánico hace apenas 10 días. En silencio, asistió, incluso aplaudió y se fue, mientras a las puertas de la biblioteca de La Virgen del Camino en la que se celebró la reunión, Jorge Blanco Cobos recibía los palmeos en la espalda y los parabienes que le acreditan como nuevo número dos del aparato.
El amago de revuelta que había intentado provocar Fernández con su dimisión, secundada tan sólo por la renuncia de su pareja, Marta Mejías, al cargo de vicesecretaria de Comunicación, se diluyó sin ningún aspaviento. Santiago Vélez se permitió incluso el gesto de agradecerle al dimitido «su trabajo en este último año». «Son tiempos nuevos», proclamó el presidente provincial del PP, que se libera de esta forma del peaje que tuvo que pagar para que, en julio pasado, el sector silvanista se sumara a su candidatura. Entonces, le sirvió para aglutinar apoyos frente al alcalde de Villaquilambre, Manuel García, quien mantiene viva en los juzgados la denuncia por las presuntas afiliaciones irregularidades de las que acusa tanto a Javier Santiago Vélez como a David Fernández. En las próximas fechas, la demanda obligará a abrir las puertas de la sede nacional de Génova al perito nombrado por el juez para que revise las bases de datos y la contabilidad de pagos de los afiliados de la formación.
Sin esta carga, Santiago Vélez se jactó incluso ante el comité provincial, máximo órgano entre congresos, de que la actuación con la que cierra la escaramuza intestina recibe «el pleno respaldo de las direcciones autonómica y nacional». La apelación pública al aparato de Valladolid y Génova constata el papel que han jugado en estas semanas, en las que le negaron a David Fernández la ayuda que les pedía para hacer caer al presidente provincial, que se nombrara una gestora y que le quedara expedito el camino para convertirse en candidato al Ayuntamiento de León. Pese a la negativa, el exsecretario general del PP leonés intentó precipitar los acontecimientos con su dimisión. Como resultado, se quedó solo, amarrado al acta de procurador autonómico que había pensado como pasaporte hasta las elecciones municipales de mayo del próximo año, pero que ahora supone por el momento su único sustento político.
La organización de este horizonte electoral queda en manos del equipo de Santiago Vélez. Aunque la definición de las candidaturas deberá contar con la supervisión de la dirección autonómica en los ayuntamientos de más de 2.000 habitantes, como trasladó el presidente del PP durante la reunión. Todas tendrán que contar con el beneplácito de Valladolid, que además dará su opinión en la de León capital, pese a que en este caso la competencia de aprobarla corresponde a Génova.
El apunte apostilló un comité provincial que refuerza a su presidente. El grupo de confianza de Santiago Vélez se ensancha todavía más con la presencia de Blanco Cobos, quien conoce al líder «desde hace 15 años de Nuevas Generaciones». «Cuando me propone algo no le puedo decir que no», justificó, tras incidir en que no tenía «aspiración»». «Tengo mi trabajo en la empresa privada y es de lo que vivo», aclaró el bembibrés, quien incidió en que «queda un año apasionante con una meta clara: ganar las elecciones donde se ha perdido a base de trabajo y esfuerzo». «Empieza una época de trabajo y unidad, de remar todos en la misma dirección. Tenemos la plena confianza de las direcciones nacional y autonómica y, por tanto, sí, rotundamente, sí», contestó al ser interrogado sobre si la reestructuración cierra la crisis. Nadie en el comité provincial dijo lo contrario.