Más de 600 pasajeros afectados por otro cambio de trenes AVE por Alvia
Retrasos en el trayecto entre Chamartín y León y viceversa por una falta de previsión
Las incidencias en los viajes en tren no cesan. Día tras día se registran percances en los viajes de León que parecen no tener fin. Ayer por la noche y anteayer no fueron una excepción para cientos de pasajeros que, una vez más, padecieron la falta de previsión de la compañía que gestiona las frecuencias ferroviarias que con el paso de los años ganan en contratiempos.
Si en los últimos incidentes, el protagonista era la rampa de Pajares, en estos últimos las zonas cero están en la capital del país y en la ciudad de León, donde son muchos lo que no dejan de padecer los problemas con los trenes que ya de por sí son complicados de reservar.
Anteayer, el AVE con salida 20.57 horas de la estación de Madrid-Chamartín Clara Campoamor no pudo iniciar viaje a su hora porque el AVE fue trasladado a los talleres para una revisión.
Cuesta pensar que no era una actuación programada. Como solución, Renfe utilizó como alternativa dos composiciones Alvia porque había más billetes vendidos que plazas disponibles en el AVE, un overbookin g que ya empieza a parecerse al de los vuelos.
Decenas de pasajeros mostraban su indignación por el retraso de media hora que supuso tener que sustituir un tren AVE por Alvia de doble composición para poder introducir a todos los pasajeros y que pudieran iniciar el viaje. La incidencia de anteayer por la noche afectó a 357 viajeros que salieron de Madrid, de los que 222 tenían como destino León.
Ayer, el primer AVE de la jornada que sale de León poco después de las siete de la mañana con destino Madrid salió con casi media hora de retraso por la misma razón.
En este caso hubo que reubicar a los 331 viajeros del 112, modelo del AVE, a los Alvia.
En el Alvia, el tope de viajeros es de 300, razón por la que se tienen que activar dos composiciones si se utiliza como recurso para repartir a los pasajeros de un AVE.
Renfe, ya a media mañana de ayer, había repuesto el AVE en todos sus viajes.
Estas incidencias nada tienen que ver con las últimas registradas en la rampa de Pajares, pero lo cierto es que la imagen de las líneas de ferrocarril del norte está totalmente afectada por los continuos contratiempos. Los últimos han tenido durante horas retenidos a cientos y cientos de pasajeros, sobre todo por averías ocasionadas por la pérdida de tensión en la catenaria de la rampa. Trenes de pasajeros y de mercancías se ven perjudicados en cada uno de estos sucesos que Renfe y Adif comparten por igual.