De cara al otoño
Las comunidades de vecinos de León piden bajar el confort en casa
En la provincia de León hay más de 150.000 comunidades de propietarios. RAMIRO
Menos horas y a menor temperatura. Este es el planteamiento que ya realiza el presidente del colegio de Administradores de Fincas de León, Jesús Luque Borge, a las comunidades de propietarios que cuentan con sistemas centralizados de calor para poder hacer frente al elevado precio de las energías de cara al próximo otoño. En plena ola de calor, pensar en calefacción parece algo lejano pero los administradores de fincas ya han comenzado a plantear «restricciones de horarios» en la calefacción y rebajar el grado de confort porque, todo parece indicar, que el alto precio que están alcanzando los suministros, desde la luz al gasóleo o el carbón e incluso a los pellets incrementarán pasado el verano un 60% las cuotas de cada uno de los vecinos que integran una comunidad de propietarios.
Actualmente, el gasto medio en la provincia de León ronda los 130 euros mensuales, que con la repercusión de los precios de las energías podría superar los 200 euros. Un incremento que se suma a la elevada inflación que tiene su consecuencia directa en las compras habituales y que provoca que los leoneses se dejen 2.720 euros más en consumos de la vivienda, 664 en el transporte y 645 en alimentos, con la pasta y el aceite a la cabeza de los productos que más se han encarecido en los últimos meses.
Luque Borge concreta que hace tan sólo unos meses llenar un depósito de gasóil de 10.000 no llegaba a los siete mil euros. Ahora se ha doblado y la misma carga supone un desembolso de 14.000 euros. Por este motivo, los administradores de fincas temen que este incremento de los precios y de las cuotas dispare la morosidad de los vecinos, que afrontarán primero otros gastos básicos. «La calefacción sólo podrá usarse cuando se necesite, no como hasta ahora que en muchos casos está funcionando 24 horas, y tendremos que recurrir a fórmulas imaginativas para poder dar servicio con el menos coste posible», señala el presidente de los Administradores de Fincas de León.
Pese a todo, ajustar las necesidades y los intereses de todos los vecinos de las más de 150.000 comunidades que hay en la provincia de León no se presenta como una tarea fácil. Desde el Gobierno también han apuntado en la misma línea, eso sí, incidiendo en que se trata de «recomendaciones», nunca obligaciones, para la ciudadanía, incluyendo a las empresas, para reducir el consumo de energía y las importaciones de combustibles fósiles, como señaló recientemente la ministra de Transición Energética y Reto Demográfico, Teresa Ribera.
El doble
Llenar un depósito de 10.000 litros de gasóleo ha pasado de los siete mil euros a los catorce mil
Una de las consecuencias directas del alto coste de las energías será «el aumento de la morosidad» en las comunidades de vecinos, además de que las diferentes ideas entre los propietarios a la hora de decidir los cortes de calefacción que provocará amplios debates ante las diferentes circunstancias de cada una de las viviendas, como el hecho de que residan mayores o niños, que serán los más afectados por la reducción o los ajustes en la temperatura.
Luque Borge augura con todo ello «un otoño caliente» ante la compleja situación a la que se enfrentarán las comunidades de vecinos por el elevado precio de las energías para alimentar las calefacciones, en una provincia como la de León en la que, además, también están pendientes más de un centenar de calderas de carbón que deberán cambiar este combustible por otro menos contaminante en el menor tiempo posible.